El detergente es un producto destinado a eliminar la suciedad. Se emplea en el hogar y tiene igualmente un uso industrial.
Como sustancia química el detergente tiene las siguientes características: es un aglomerado compacto y blanquecino, perfumado, soluble en agua fría, con sales alcalinas que facilitan la reducción de la suciedad grasa, tiene blanqueantes que quitan las manchas, fijadores de color y suavizantes. Se puede afirmar que se trata de una sustancia de una gran complejidad química. De todas formas, es posible producir detergente casero que cumple las mismas funciones que los detergentes de tipo sintético, aunque no son tan dañinos para el medio ambiente. En este sentido hay que recordar que la mayoría de sustancias de los detergentes convencionales derivan del petróleo. Uno de los elementos más dañinos son los fosfatos, los cuales sirven para intensificar el lavado, pero al mismo tiempo son altamente contaminantes para las aguas de los ríos y los mares. Algo similar ocurre con las sustancias blanqueantes, que potencialmente tienen un riesgo para la salud.
Tradicionalmente el detergente se ha presentado en polvo, pero en las últimas décadas se fabrica en líquido y en pasta.
Se podría afirmar que la importancia del detergente radica en sus diversas aplicaciones relacionadas con la limpieza. De hecho, se considera que es un producto multiusos. Sirve para limpiar inodoros, baldosas, para eliminar el musgo, las manchas de aceite, para limpiar alfombras, blanquear ropa y todo tipo de prendas y utensilios.
El uso del detergente tiene aproximadamente 100 años de historia, pues su elaboración se atribuye a un químico belga, A. Reycher, que lo produjo a partir de sustancias sintéticas e inicialmente fue concebido para un uso industrial.
Al hablar de detergente es inevitable pensar en otro producto semejante, el jabón. Aunque ambos cumplen funciones muy parecidas, el jabón sí tiene una larga historia, pues ya en la antigüedad había fábricas destinadas a su elaboración (por ejemplo en la ciudad de Pompeya).
La invención del detergente fue posible por el avance de la química en los siglos XVlll y XlX, lo cual permitió la elaboración de un producto sintético que disuelve la grasa y elimina la materia orgánica.
En la actualidad es un producto que está presente en todos los hogares y que forma parte de nuestra vida cotidiana.