La desigualdad de la ley Fintech

KEA
Arturo Dubey
Lic. en Economía (UNAM)

En México, solo existen 34 instituciones financieras en el ramo de las fintech que cuentan con un registrado certificado por la autoridad pertinente (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) decenas más se mantienen operando amparadas por el artículo octavo transitorio de la ley aprobada en el año 2021 conocida como Fintech, en dicho artículo se declara legal la operación de empresas bajo este carácter que aún no tengan un registro, pero que este se encuentre en estatus de tramite o en espera de resolución; al ser publicada esta ley, alrededor de 95 fintech realizaron sus trámites de autorización, hasta ahora faltan más de la mitad de certificación que se encuentran laborando sin información alguna por parte de la Comisión.

Destacan 60 con la especialidad en fondos de pago electrónico, que actúan como un monedero para hacer compras virtuales y pagos en servicios, otros solicitantes son calificados como financiamiento colectivo, comúnmente llamadas crowfunding, los cuales aportan financiamiento a diferentes tipos de entidades sociales, también esperan su registro un mínimo de empresas digitales que se utilizan para invertir en mercados de divisas y valores, estas aun no son tan demandantes en el país, sin embargo hay algunas cuantas disponibles.

El beneficio de dicha ley

Fueron dos años de análisis y discusión que se vivieron para que la ley viera la luz, teniendo como principales objetivos la legalidad, la disminución de fraudes, crecimiento económico y grandes beneficios a instituciones y usuarios, los cuales pueden navegar y realizar sus transacciones de una manera segura, eliminando todo posible desvío de fondos, robos de identidad y fraudes, ya que se promulgaron multas y graves consecuencias penales de varios años de cárcel. Esta ley fue una excelente técnica para atacar el lavado de dinero, el cual ha sido un delito de alto impacto en el país desde hace algunos años.

Otro beneficio clave considerado con su aprobación fue la competitividad, abriendo la puerta a muchas alternativas financieras diferentes a las que ofrece la banca tradicional, siendo estas más eficientes y con bajos costos, haciendo posible la creación de negocios que aportan empleo y suben la productividad e inversión; además, la movilidad del crédito es una de las principales herramientas que usan los gobiernos para la estabilidad financiera y el equilibrio del poder adquisitivo gracias a la óptima circulación del dinero, sin embargo, no todo es tan lucido como se esperaba, los registros de muchas solicitantes no llegan y esto limita sus capacidades operativas, ya que no gozan de los mismos beneficios que tienen las ya aprobadas.

Una desigualdad sospechosa

La pregunta que se hacen los dueños de las fintech y empresas de micromecenazgo en espera es ¿Para cuándo? Al no estar constituidas, se les solicitan mayores requerimientos para desplegarse en el mercado; el Banco De México establece cuatro niveles de cuenta, dos básicos con una documentación especial y rigurosa para poder funcionar, ofreciendo una cantidad limitada de dinero para ofrecer a crédito y otras tantos servicios financieros, los otros dos niveles con certificación tienen una amplitud con respecto al dinero que pueden ofrecer y se les pide una documentación sencilla, dejando a los que no tienen aún su registro en los primeros niveles y bajo una desigualdad notoria en competencia por el sesgado margen en aperturas de créditos y servicios, no solo perdiendo competitividad, sino también con altas posibilidades a quebrar dejando el negocio.

Otra desigualdad se presenta en los apoyos por parte de la banca comercial, las fintech ya certificadas tienen la posibilidad de fusionarse con bancos para poder ampliar su mercado, a estos les conviene dicho negocio ya que pueden llegar a lugares en los que solían tener difícil acceso, por ejemplo, las cajas de ahorro no eran de alta demanda para ciertos sectores de la población, ahora con las fintech, gran parte de la sociedad se acerca a este estilo de guardar dinero, con esto los bancos llegan a captar mayores beneficios.

El crecimiento de la fintech y el crowfunding se puede ver en las nuevas cifras mostradas publicadas en la más reciente Encuesta Nacional en el uso de Tecnologías, el 75% de los mexicanos tiene acceso a internet, de estos, el 35% ya usa fintech para diferentes acciones de consumo e inversión, no solo se puede ver un crecimiento notorio, también un gran margen de explotación que aún tiene dicho mercado, empero, que pareciera ser para el beneficio para tan solo algunos cuantos. Mientras, la fintech que solicitaron su registro, siguen en la trinchera de la resistencia esperando su certificación para poder tener una parte del pastel.


Autor

Escrito por Arturo Dubey para la Edición #114 de Enciclopedia Asigna, en 07/2022. Dubey es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)