Delatar proviene del latín, concretamente del término delatus, que quiere decir acusado o denunciado.
Delatar a alguien ante la justicia
Si alguien comete una acción delictiva puede ser delatado a la policía, es decir, ser acusado por algún delito y puesto a disposición de la justicia. Quien realiza esta acción es un delator. Desde el punto de vista legal, el delator está colaborando con la justicia. Sin embargo, desde la óptica de una banda criminal un delator es un chivato y un traidor, pues acusa a sus compañeros, normalmente para obtener algún beneficio a cambio a la hora de ser juzgado.
La delación es precisamente la acción de delatar a alguien y, por lo tanto, es una acusación o denuncia. Normalmente una delación es una denuncia anónima. En este sentido, algunos países han puesto en marcha programas de denuncia para combatir el crimen organizado, de tal manera que invitan a los delincuentes a facilitar información sobre sus propias grupos criminales.
Delatar a alguien, un dilema ético
Imaginemos que alguien tiene como amigos a una pareja y uno de los miembros de la pareja es infiel. En este caso, podríamos preguntarnos qué debe hacer la persona que conoce la infidelidad y a la vez es amigo de la pareja. Con este ejemplo se aprecia que delatar a otra persona puede ser un auténtico dilema moral y no es fácil aportar una solución definitva sobre cuál es la conducta más correcta.
Delatar a un vecino o a un compañero de trabajo por alguna irregularidad es una decisión problemática. Si se decide no actuar, uno se convierte en cómplice de una acción ilícita o incluso delictiva. Si por el contrario, se toma la decisión de efectuar una acusación, es muy probable que haya algún conflicto personal.
Desvelar algo que permanece oculto
Delatar significa igualmente poner de relieve algo que no es evidente y que permanece escondido de alguna manera. Si alguien afirma «su mirada le delata» está indicando que la forma de mirar de una persona expresa algo oculto, extraño o sospechoso.
Cuando la policía busca pruebas acusatorias en relación con un crimen, intenta descifrar ciertos datos y para ello observa cualquier aspecto que pueda servir para delatar o acusar a alguien. Hay pequeños gestos o actitudes que sirven para delatar a un presunto criminal: no mirar a los ojos, sudoración excesiva, respuestas evasivas o una actitud ambigua.
Cuando mentimos no queremos que la mentira sea detectada por los demás y adoptamos alguna estrategia para disimular. Y para disimular de manera efectiva intentamos que ningún gesto o palabra pueda delatarnos.