Desde los comienzos de la historia humana ha existido la religión como un fenómeno propio de la existencia humana y como necesidad de buscar en la religión tal vez respuesta a determinadas incertidumbres. En la religión siempre está presupuesta la existencia de algún dios o entidad divina que da carácter y sistematiza todos los dogmas y leyes de la creencia o fe en particular y de ahí proviene entonces el término del que hoy hablaremos que es deísmo.
¿Qué quiere decir deísmo y cómo se relaciona con la religión?
El término deísmo proviene del griego y hace referencia al dios como entidad que crea el universo y que da razón de ser a determinado tipo de fe.
Mientras que para la mayoría de las religiones, en las que el ser humano ha confiado en la historia, el centro de atención ha sido siempre una divinidad con mayor o menor presencia corpórea, hay también religiones que creen que es imposible señalar cómo es esa divinidad y por eso no hablan de un dios sino de formas que son las responsables de la existencia y de todos los fenómenos que conocemos. El término deísmo es indivisible del concepto de religión en la mayoría de los casos.
El deísmo en las religiones más masivas del mundo
No se puede negar que hoy en día en el planeta existen miles de religiones muy distintas. Sin embargo, son sólo tres o cuatro las que ocupan el principal lugar en cuanto a masividad y alcance mundial.
Entre ellas debemos mencionar el cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el hinduismo y el budismo. Si bien todas estas religiones muestran divergencias respecto de un sinfín de temas, todas se acercan en lo que respecta a la creencia de entidades divinas que son las que moldean y mueven permanentemente al mundo.
La mayoría de estas religiones ven al dios al cual profesan amor y profunda lealtad como algo superior a todo lo que existe, capaz de brindar amor y bondad pero también capaz de castigar la maldad y los malos comportamientos. A través de ese dios puede conocerse más y mejor la respuesta a todas las incertidumbres que la vida misma nos genera como seres imperfectos que somos.
El deísmo ante la falta de fe
Como los seres humanos no hemos sido nunca seres simples sino que por el contrario somos muy complejos, existen también formas de entender el mundo que escapan del concepto de religión, o al menos lo ponen en duda, como también lo hacen con el concepto de dios. Estas formas conocidas como ateísmo y agnosticismo señalan que es imposible la existencia de un ser o entidad divina o que, al menos, es imposible comprobarlo.
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