Una crisis es un cambio brusco sobre algún aspecto. Cuando algo transcurre con normalidad y sin alteraciones, se habla de estabilidad. Y cuando una situación estable incorpora un cambio significativo de índole negativo, se dice que hay una crisis.
La idea de crisis es aplicable a cualquier contexto humano en el cual suceda algo imprevisto, negativo o grave. Cuando surge el elemento o factor novedoso, se interrumpe el equilibrio y se produce, en consecuencia, la mencionada crisis.
Uno de los ámbitos en el que este término es más utilizado es el económico. La economía, tanto en su versión individual como colectiva, atraviesa por distintos periodos. Y cuando hay una decrecimiento de los ingresos, del consumo y de algún parámetro de la economía, se dice que hay una crisis. Su duración e intensidad es variable y está sujeta a todo tipo de discusiones y debates. Algunos términos económicos son similares y por este motivo se genera cierta confusión. Existe una desaceleración cuando hay un descenso en el ritmo de crecimiento. Los especialistas en economía hablan de recesión si el PIB se reduce durante dos trimestres consecutivos. En cuanto a la depresión, implica una caída del 10% del PIB a lo largo de un año. En relación al concepto de crisis, se trata de una idea más imprecisa y técnicamente debe emplearse en el caso de que algún aspecto de la economía manifieste parámetros negativos. En cualquier caso. en la práctica la noción de crisis económica se emplea en todo tipo de circunstancias adversas.
En el mundo anglosajón, la palabra crisis se aplica a contextos personales o en circunstancias catastróficas y para mencionar el declive económico se expresa con la palabra recesión (en inglés, recession).
En relación con situaciones de emergencia social provocada por algún tipo de catástrofe, se emplea el concepto de crisis humanitaria.
Desde un planteamiento social, cuando se pretende explicar el declive moral generalizado y una ausencia de principios humanos, también se utiliza una expresión muy extendida: crisis de valores.
El concepto que analizamos está presente en varias locuciones del lenguaje o en algunos ámbitos muy concretos (entrar en crisis, situación crítica, crisis de ansiedad o crisis de pareja). En cualquier de sus contextos, se expresa una situación singularmente negativa o traumática.
Por último, vale la pena recordar que en cualquier crisis hay un cambio radical y si bien los cambios no suelen ser recibidos inicialmente de forma positiva, en ocasiones se producen efectos favorables a largo plazo.