Definición de Consolar

Sol

Consolar es la acción de tranquilizar a una persona cuando se encuentra afligida por algún motivo. Se puede dar consuelo a un enfermo que padece algún dolor, al que afronta una situación familiar difícil, a un amigo que sufre un desengaño y, en definitiva, a cualquier persona que tiene algún problema físico, emocional o de otra índole.

La idea de consolar está asociada a la solidaridad y a la empatía. Es una manera de expresar apoyo a alguien y es una actuación propia de personas altruistas y de buen corazón.

Desde un punto de vista social y cultural, se han creado instituciones y pautas sociales cuya finalidad fundamental es dar consuelo de alguna manera: algunas ONGs, los voluntarios, la amistad, los grupos de autoayuda o los comedores sociales. Todos ellos tienen algo en común, pues ofrecen una forma de ayuda que facilita un cierto consuelo a quien lo necesita.

La idea de consolar tiene algunos matices. De esta manera, uno mismo puede ayudarse a superar una situación adversa y auto-consolarse. En el mundo de la sexualidad hay objetos que se utilizan para proporcionar placer a uno mismo (los denominados consoladores). Por otra parte, hay profesiones cuya característica principal consiste en dar algún consuelo a los demás (psicólogo o sacerdote).

Si bien no hay una única manera de consolar al prójimo, la más conocida es escuchar al otro y entablar con él una comunicación orientada a la ayuda.

El consuelo espiritual

El ser humano no puede evitar hacerse preguntas sobre su existencia o el sentido de su vida. Busca respuestas satisfactorias que den sentido a sus dudas. Estas respuestas se pueden obtener a través de las distintas religiones, en las cuales el hombre encuentra un consuelo de varias maneras: la idea de otra vida más allá de la muerte en la cual se vivirá en paz y armonía con Dios, las enseñanzas de una doctrina que sirven como modelo de vida o consejos para afrontar las situaciones difíciles. Todo ello sirve de consuelo espiritual, una especie de paz interior que apacigua el alma.

Si bien hay una inclinación muy extendida a ayudar a los necesitados y toda una serie de instituciones que se ocupan de ello, no siempre se logra el objetivo deseado. Así, si alguien tiene una angustia y una pena profunda y nada ni nadie le puede tranquilizar, se encuentra desconsolado (por ejemplo, el desconsuelo por la pérdida de un hijo).

Formas engañosas de consuelo

El ser humano intenta ser feliz y para ello necesita buscar algún alivio o distracción que le proporcione un cierto consuelo. En esa búsqueda es posible que aparezcan soluciones que facilitan un falso consuelo (la droga, el alcohol, el juego y otras adicciones que dan una sensación falsa de bienestar).


Escrito por Ferrer, J. para la Edición #29 de Enciclopedia Asigna, en 08/2015.