Un condominio es un bien cuya propiedad recae en más de una persona. No obstante, el término se utiliza con más asiduidad para referirse a un inmueble habitado por muchas personas que comparten algunos espacios comunes, espacios que son gestionados y cuidados solidariamente. En este caso, cada departamento tiene un dueño específico y cada dueño hace un aporte pecuniario para el mantenimiento de aquellos espacios que son compartidos: estos lugares compartidos pueden ser parques, salón de reuniones, campos de deportes, etc. Este tipo de organizaciones tiene como ventaja el hecho de formar un albur de barrio privado, en donde existe un mayor grado de seguridad.
Como una forma de poner en común intereses distintos, cada cierta cantidad de tiempo los dueños de un condominio se reúnen y discuten diversos aspectos que afectarán a todos. En este tipo de reuniones se deciden diversas medidas a tomar conjuntamente, como por ejemplo, los servicios que se tomarán y el costo que se está dispuesto abonar por los mismos. Para llevar a buen término las decisiones que se toman de manera conjunta, suele existir una persona encargada, que dependiendo del país recibe diversos títulos o nombres; dicha persona será aquella que estará más cercana a la gestión de todas aquellas circunstancias que tengan que ver con el buen manejo de cuestiones comunitarias.
Dada esta situación de elementos compartidos, se prevé que cada integrante tenga un criterio de responsabilidad a la hora de utilizarlos. Puede darse la circunstancia de que se generen controversias o problemas de convivencia que deberán tratarse también de modo colectivo. En cuanto al acceso al condominio, suele existir personal de seguridad que tiene como tarea la de controlar cualquier tipo de eventualidad que pueda poner en peligro la paz. Dicho personal es una de los tantos servicios que los habitantes del condominio abonan regularmente.
Los condominios pueden ser lugares extraordinariamente apacibles para vivir. En efecto, el hecho de contar con servicios paralelos logra que se genere una pequeña comunidad en donde las relaciones humanas están garantizadas y existe una mayor seguridad a la hora de criar una familia. Dependiendo del grado de sofisticación y de envergadura, los aportes que se realizan para gestionar los espacios que son compartidos pueden variar enormemente. Esta circunstancia da por hecho que se pueden encontrar condominios orientados a distintas clases sociales, algunos con una gran cantidad de lujos y otros con los servicios justos y necesarios para una existencia comunitaria.