El comportamiento de una persona remite a su modo de ser, es decir, a su actitud. El comportamiento remite a las acciones de una persona y a los hechos que muestra en la rutina cotidiana. Una persona no solo se define a sí misma por sus palabras sino también por sus hechos. Pero lo verdaderamente importante es que exista coherencia entre pensamiento, sentimiento y acción con el objetivo de vivir en armonía y que los hechos sean un reflejo de la ética personal del individuo. Es decir, el comportamiento de una persona aunque es práctico también tiene una base teórica llamada ética personal. Dicha ética personal está marcada por principios fundamentales que son los que sirven para diferenciar entre el bien y el mal.
El comportamiento de una persona es un reflejo de su mundo interior. Nadie puede acceder a lo más hondo de la conciencia de otro ser humano, sin embargo, cualquier persona puede conocer mejor a otra a través de sus hechos. En este caso, se trata de recordar que para conocer el comportamiento de otra persona es fundamental ser observador para valorar sus hechos no de una forma puntual sino a lo largo del tiempo.
Por otra parte, para conocer mejor a otra persona también es recomendable conocer cómo se comporta una persona en distintos ámbitos con el objetivo de que sea siempre la misma más allá del contexto. Es positivo que una persona sea ella misma y fiel a su propia esencia tanto en el plano profesional, en el ámbito de la pareja, con los amigos o en el plano académico. Esta coherencia muestra una autoestima alta y un grado de madurez elevado.
Conocer el comportamiento de una persona es fundamental para establecer un vínculo sólido con ella. Es decir, dos personas con un modo de ser semejante tienen una afinidad que ejerce un nexo de unión. Por el contrario, dos personas con un comportamiento muy diferente, tienen más dificultades para intimar a nivel de amistad.
El comportamiento de una persona también puede cambiar en función de la edad ya que con el paso de los años cualquier persona se conocer mejor a sí misma, sabe quién es, qué quiere y cómo desea afrontar una situación determinada. Un comportamiento puede ser correcto o incorrecto dependiendo de sí es positivo o negativo.