Condición de ventaja ante opciones símil, cuya significación no es exclusivamente del ámbito económico, destacando, por ejemplo, a nivel deportivo u otras actividades en las que existe una rivalidad; la superioridad en la competitividad se muestra en diferentes formatos, desde ofrecer un mejor precio hasta tener una mejor calidad en los productos. Para obtener esta ventaja ante el competidor se usan diversas estrategias, como aprovechar recursos, implementar tecnologías para aumentar la productividad, disminuir costos, contratar personal capacitado o tener buenas relaciones comerciales, etc.
La competitividad se presenta también en un nivel internacional, donde los países intentan mostrarse sobre otros para llamar la atención de inversionistas y aumentar con ello el empleo, la producción y otras variables que generan bienestar en el conjunto de la población; dentro de este ambiente, la competitividad se mide tal como otra variable macroeconómica, considerando indicadores como el PIB, el desempleo, censos económicos donde se indica la cantidad de empresas, la salud, el nivel educativo de la nación, que son los más importantes para los principales índices de medición internacional, de donde sobresalen, el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial y del Banco Mundial; para lograr un buen nivel de competencia, los gobiernos implementan reformas estructurales de apoyo y subsidios a sectores específicos, tasas de intereses óptimas, ofertas tributarias y la creación de escuelas y hospitales.
Factores de productividad y tipos de competitividad
La productividad es uno de los principales objetivos que hay para alcanzar conforme el mejor nivel competitivo, para ello, son necesarias técnicas:
– La implementación de modernos modelos administrativos o cambios en la estructura de la organización.
– Innovación. Bajo este rubro se consideran todos los agregados creativos al modo de producción, como el aprovechamiento de recursos al máximo, renovando y reciclando, toda originalidad en cualquiera de los escalones del proceso de transformación aporta un estupendo posicionamiento.
– Dentro de esta innovación se consideran las nuevas tecnologías, es tal la demanda en este apartado que ya se clasifican las aplicaciones, programas y maquinas en un solo concepto, el de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales se usan mucho para la gestión y organización al interior de las instituciones.
– Financiamiento. El obtener recursos monetarios es una de las principales acciones a las que recurren las empresas para poder conseguir lo adelantos tecnológicos y la modernización, para implementar nuevas técnicas y conseguir asesorías departamentales, el financiamiento no solo es monetario, también se da en especie o en formato de servicio.
Para tener la mejor decisión entre todas estas herramientas que se tienen para lograr la competitividad, es necesario definir en qué ambiente se compite, ya que hay competencia al interior y al exterior, siendo estos dos los principales tipos en competitividad:
– Interna. Al interior se consideran aspectos para crear un ambiente laboral adecuado que establezca una eficiencia, en esta búsqueda aparecen las alternativas de capacitación para trabajadores, compras de equipos, búsquedas de precios bajos en insumos y la implementación de políticas para una excelente organización en los recursos humanos y mantenimiento en capital fijo.
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– Externa. Bajo la competitividad al exterior se mide la capacidad de la empresa con otros productores u oferentes en el mercado, momento en el que la innovación es determinante para alcanzar la máxima condición, la mercadotecnia en este sentido es una materia de gran relevancia, dentro del análisis del mercado hay una teoría conocida como 5 pasos de Porter, el estudio de cada uno de estos tiene la capacidad de crear un mejor posicionamiento, son: la competencia actual, competencia potencial, productos sustitutivos, negociación con proveedores y negociación con clientes.
Elementos que perjudican la competitividad
Son muchas las situaciones que pueden afectar la competitividad. Algunas pueden ser controladas y otras no, tal es el caso de una devaluación o un desastre natural, sin embargo, estos son casos extraordinarios, los cuales tienen poca probabilidad de aparecer de manera, empero, siempre hay que estar alertas y tratar de tener una sana competitividad para estar siempre bien posicionados, analistas han marcado siete moderas situaciones que perjudican la competitividad y sobre las que hay que trabajar no solo por cuestiones de competencia, sino para evitar tener rendimientos bajos:
– Evitar reclamos de garantías, ya que esto genera costos, la calidad genera en el cliente empatía.
– No hacer evaluaciones a los trabajadores, estos pierden confianza y se estresan, es mejor estimular bajo otros criterios, como premios o beneficios por objetivos.
– La falta de compromiso y la baja gestión.
– El buscar rendimientos enfáticos al corto plazo puede ser un riesgo para lograr la competitividad, es mejor planearlo al mediano o largo plazo.
– Analizar indicadores que no suelen ser estudiados, por ejemplo el nivel de confianza, la felicidad de los integrantes o las causas de incidencias o ausentismo.
– Evitar la rotación de personal por cuestiones administrativas y de productividad.
– Cada vez que se despide a una persona y se tiene que contratar a una nueva se generan costos altos en seguridad social y ausentismo, esto se debe evitar a toda costa.
Autor
Escrito por Arturo Dubey para la Edición #36 de Enciclopedia Asigna, en 02/2016. Dubey es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)