Un coloquio es un diálogo entre varias personas: Hay otros conceptos similares. Los griegos utilizaban la palabra banquete, pues un grupo de individuos se reunía para intercambiar ideas y lo hacían después de una buena comida. Tertuliano fue un pensador de la antigüedad y da nombre a la palabra tertulia. El concepto de debate tiene igualmente el mismo sentido. Todas estas palabras tienen una idea en común: varias personas se juntan en un lugar con el objetivo de expresar sus opiniones sobre un tema concreto.
El coloquio tiene habitualmente un carácter informal. Las ideas que se discuten se presentan en un tono distendido y en un clima de confianza. Por eso se dice que alguien emplea un tono coloquial, pues su estilo de comunicación es cercano y directo.
No hay un modelo estándar de coloquio pero suelen tener ciertas características. Son anunciados con antelación para que los participantes puedan asistir. Se propone un tema a tratar, habitualmente algo relacionado con la actualidad. El tema propuesto es polémico y suscita el debate. Con anterioridad al intercambio de criterios, un conferenciante expone su punto de vista sobre la idea del encuentro. El ponente es un especialista en el tema y sus ideas son consideradas interesantes por su originalidad o rigor académico. Tras finalizar la intervención del experto, los oyentes que lo desean intervienen y dan su opinión. En algunos casos es una reflexión, una crítica o un análisis de algún apartado específico. Es muy frecuente el enfrentamiento dialéctico entre los participantes, pues las ideas son defendidas con pasión y hay una pugna intelectual entre los que defienden una tesis y los que defienden la contraria. Esta rivalidad entre planteamientos es el auténtico objetivo del coloquio.
En el mundo académico o universitario se realizan este tipo de actos, ya que es el ámbito más idóneo para organizarlos. El coloquio es, de alguna manera, una modalidad de aprendizaje que puede resultar muy eficaz. En lugar de conocer una propuesta, el asistente al coloquio compara las diferentes ideas e incluso tiene la opción de intervenir.
Un coloquio no es lo mismo que una charla. En este último caso, los que participan en ella son amigos o conocidos que hablan, sin pretender un análisis con rigor intelectual. Por el contrario, el coloquio tiene un valor más elevado, siendo el objetivo último compartir ideas y conocimientos.