Una de las ramas más fabulosas y emocionantes del arte es aquella que se dedica a mostrarnos los cuerpos en movimiento, las contorsiones y todas las posibilidades que de ello surgen. La danza es una forma bella e históricamente significativa de expresar con el cuerpo todo aquello que sentimos o vivimos. Aquí una breve definición de diferentes tipos de danza.
La primera de todas las formas de danza: la clásica
Si uno piensa en danza como forma artística, aparece en nuestra mente la imagen de una bailarina o de un bailarín clásico. Esto es así debido a que este tipo de danza ha sido mucho más difundida que las siguientes y goza de mayor aceptación a nivel académico que las posteriores. La danza clásica (también conocida como ballet) es una forma de arte en la cual los bailarines expresan con suaves y gentiles movimientos historias, sentimientos y sensaciones.
A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de danza, la danza clásica es muy formal y consiste en el respeto de un gran número de habilidades que llevan al cuerpo a un extremo y que lo hacen exigirse mucho más que lo normal. Es por esto que la danza clásica debe ser enseñada desde una edad muy temprana, de modo tal que el cuerpo pueda crecer adecuándose a sus exigencias. Cada paso lleva un nombre (por lo general en francés) y tanto los pies, como las piernas y los brazos ganan especial importancia en la obtención de elegancia, suavidad y delicadeza.
La danza moderna como un intermedio entre otros tipos
La danza moderna es un tipo de baile que sigue reglas y que permite la diferenciación entre estilos (que muchas veces siguen un ritmo musical) pero que escapan usualmente a la rigidez y estructura de la danza clásica. Aquí podemos señalar a la danza de bailes tropicales, el rock and roll, el tap, el pop y todos sus derivados. Estos tipos de danza suelen requerir precisión y práctica pero no al nivel de la danza clásica.
La danza contemporánea y la ruptura de todas las reglas
Una de las transformaciones más importantes de las últimas décadas en la danza derivó en lo que hoy se conoce como danza contemporánea, que rompió con todas las reglas conocidas. Este tipo de danza no sigue patrones y da extrema libertad al cuerpo para expresar diferentes sentimientos, situaciones e historias. Por lo general implica una gran destreza física, ya que pone en juego movimientos bruscos, repentinos, y muy comprometidos en los músculos y extremidades.