Un avezado militar y tirador de la fuerza armada norteamericana. Integrante del grupo especial de operaciones SEAL.- Christopher Scott Kyle fue uno de los militares estadounidenses que incursionó en la invasión a Irak en el año 2003, en plena represalia por los ataques del 11 S, y asimismo lo hizo en la consiguiente guerra que se desató en territorio iraquí.
Es recordado entre propios y enemigos muy especialmente por su puntería, ha sido el francotirador más letal según muchos expertos y por ello es que los iraquíes lo supieron llamar el demonio de Ramadi. Prestó servicios a la milicia norteamericana durante diez años, entre 1999 y 2009, alcanzando el nivel de Chief Petty Officer
Integró el SEAL, que son la principal fuerza operativa especial de la Fuerza Armada Estadounidense y que está compuesta por equipos que se despliegan en los diversos terrenos: Mar, Aire y Tierra.
Temprana inclinación por las armas. Ingreso a la Armada
Su nacimiento se ubica en la ciudad texana de Odessa, un 8 de abril del año 1974, en una granja que trabajaban sus padres. Desde temprana edad estuvo conectado a las armas y su manipulación. Cuando aún era un niño de ocho años nada más le regalaron un rifle y ello lo terminó por acercar todavía más al uso de armas.
Con su padre compartía el hobby de la caza y no era extraño entonces que con todo este background, Chris, optase por dedicarse a una actividad vinculada directamente con las armas.
Primero intentó dedicarse al rodeo pero un accidente lo dejó fuera de carrera y entonces en 1998 decidió alistarse en la Armada de Estados Unidos.
Destacada intervención en la guerra de Irak
Como ya señalamos en 1999 ingresa a los SEAL y en esa fuerza permanecerá por diez años durante los cuales realizará una importante intervención en la Guerra de Irak.
Retiro de la fuerza. Escribe un libro biográfico y funda una agencia de seguridad privada
En 2009 decide retirarse para dedicarles tiempo a su esposa y a sus dos hijos. Tras salir de la Armada funda una empresa de seguridad Craft International y además escribe un libro autobiográfico, American Sniper, en el cual relata sus experiencias en la guerra de Irak que gozaría de una gran repercusión de ventas.
Asesinado por un colega con problemas psíquicos
Paradójicamente quien era sindicado como el mejor tirador fallecería de manera trágica y abruptamente en manos de un colega quien le dispararía a quemarropa varios tiros sin que Chris tuviese la posibilidad de defenderse ya que fue sorprendido.
Era un sábado 2 de febrero del año 2013 cuando Chris y su amigo Chad Littlefield fueron a asistir a un compañero de la guerra de Irak, Eddie Ray Routh, quien padecía severos problemas psíquicos tras su regreso de combate. Chris decidió llevarlo a un polígono de tiro para que su compañero descargase su stress, sin embargo, Routh, terminaría con la vida de ambos. La justicia lo atrapó y lo condenó a Routh a cadena perpetua.