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Biografía de Octavia la Menor (Octavia Turina)

Octavia la Menor (Octavia Turina)Octavia la menor fue una ciudadana romana que pasó a la historia por haber sido la única hermana del primer emperador de Roma, Augusto, pero también supo destacarse per ser, por sus propias cualidades personales, que la elevaron al punto de ser durante su tiempo la mujer romana por excelencia, dado que su comportamiento y personalidad causaron admiración y mucho cariño entre quienes la conocieron.

Su nacimiento se produjo en la ciudad de Nápoles, en el año 64 A.C. y falleció en el año 11 A.C.
Sus padres fueron el senador y militar Cayo Octavio Turino y de Atia Balba Cesonia, sobrina de Julio César
, otro de los romanos más importantes de la historia política de esta cultura. Su padre falleció cuando ella tenía unos cinco años aproximadamente y entonces fue criada por su padrastro, el senador Lucio Marcio Filipo.

Estuvo casada en primeras nupcias con Cayo Claudio Marcelo, un matrimonio que sería arreglado por su padrastro, y luego se casaría con uno de los dirigentes políticos y militares romanos más importantes y populares como fue Marco Aurelio. Mayormente se lo recuerda a este por haber sido un estrecho colaborador de Julio César. Esta unión marital no se diferenció demasiado de la anterior ya que Marco Aurelio emitió un decreto para casarse con ella.

Básicamente la razón fue política pura, de este modo se acercaba más la alianza entre Aurelio y el emperador Augusto, hermano de Octavia. Y claro, cuando las cosas se tensaron entre Marco Aurelio y Augusto, el matrimonio sería la primera víctima y la pareja se separó.

Más allá de esta situación de confrontación con su segundo esposo, cuando este fue derrotado por el hermano de Octavia, ella se hizo cargo de los hijos que Aurelio había tenido con la popular Cleopatra.

Con su primer marido tuvo tres hijos y con Marco Aurelio dos hijas.

Tras su muerte y como consecuencia del amor que le profería su hermano y la gran reputación que Octavia ostentaba en el imperio es que se la honró en las monedas circulantes, colocando su imagen en una cara y también con la construcción de un pórtico.


Escrito por Editorial para la Edición #21 de Enciclopedia Asigna, en 12/2014.