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Nació en la ciudad de Montevideo, capital de Uruguay. Su nombre completo fue Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz.
Llevó el arte y la expresión cultural en la sangre: su padre, de origen español, fue el escultor José Luis Zorrilla de San Martín, su madre, Guma Muñoz del Campo nació en Argentina, su abuelo fue el poeta Juan Zorrilla de San Martín, y a todos ellos se le suman parentescos más lejanos con: el prócer uruguayo José Gervasio Artigas y el poeta Estanislao del Campo.
Su apodo tuvo historia y ella se encargó de contarlo con el humor que la caracterizó. En Uruguay, a las mujeres llamadas Concepción, se les dice Cochonas; mientras vivió en París se lo tradujeron a Cochone que significaba cerda. Un día, cansada de sentirse burlada, pidió que la llamen Cochina y más tarde lo acortó al famoso China.
Tuvo cuatro hermanas: Inés, Teresa, María Elvira y Gumersinda, que fue una reconocida diseñadora y vestuarista de teatro.
Desde pequeña demostró inclinaciones artísticas; en la quinta de sus abuelos, su mamá, la animaba a protagonizar espectáculos para la familia: representaban comedias, tragedias, recitaban, bailaban.
Comenzó su carrera en el circuito under de su patria natal.
Recibió una beca y estudió en la Royal Academy of Dramatic Arts de Londres.
Integró el elenco fijo de la Comedia Nacional Uruguaya con la cual actuó en más de 80 obras.
Cofundó el Teatro Nacional de Montevideo.
Antes de convertirse en una actriz de renombre desplegó varios oficios y trabajos: enfermera, periodista y administrativa en una oficina en Nueva York.
Viajó a Buenos Aires por trabajo, para filmar la película Un guapo del 900, y nunca más se despegó de la que sería su segunda tierra.
Su trayectoria en Argentina fue fantástica y variopinta. Participó en teatro, cine, televisión, y en la mayoría de los trabajos encarnó personajes inolvidables, que aún hoy se recuerdan: en cine: La Tregua, Pubis angelical, Besos en la frente, Conversaciones con mamá, Elsa y Fred, Esperando la Carroza; en tevé: Alta comedia, las novelas Ricos y famosos, Pobre Diabla y Piel Naranja y las comedias: gasoleros, Los Roldán y Son Amores; y en teatro: Eva y Victoria, Camino a la meca, El diario privado de Adán y Eva y Perdidos en Yonkers, entre otros.
Cabe destacarse que, durante la dictadura militar argentina (1976-1983) estuvo prohibida y dejó de trabajar hasta el restablecimiento democrático. Aquellos años los transcurrió mayormente en Uruguay.
Ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de la Habana, por la película Darse Cuenta.
Protagonizó Esperando la Carroza, una de sus actuaciones memorables y más aclamadas por el público y la crítica. La película la dirigió Alejandro Doria, con quien trabajó en el ciclo Alta Comedia y compartió protagonismo con Luis Brandoni, Betiana Blum, Enrique Pinti, Antonio Gasalla, entre otros.
Interpretó a Elvira, una de las integrantes de una típica familia argentina de la época, que mantiene diferencias y enojos con su suegra, con sus cuñadas, pero cuando llega el día de reunión familiar finge felicidad de verlas….
Integró el ciclo Teatro por la identidad, una serie que produjo y organizó la organización Abuelas de Plaza de Mayo, surgida durante la dictadura militar argentina (1976-1983) y que se dedicó a la búsqueda e identificación de los hijos de los desaparecidos en aquellos años.
Le otorgaron la orden al mérito docente y cultural Gabriela Mistral, en Chile, por su contribución a la cultura.
Recibió el Premio Cóndor de Plata por su trayectoria cinematográfica.
Fue nombrada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
Estelarizó la película Elsa & Fred, dirigida por Marcos Carnevale. Su personaje de Elsa se volvió entrañable para el público. La cinta narró con humor y emoción la historia de amor entre una pareja de octogenarios, que reflexionaron sobre la vida y la vejez.
En 2006 ganó el premio Cóndor de Plata, en la categoría Mejor Actriz, por su actuación en dicha película.
La distinguieron como Chevalier de la legión de Honor, de parte del gobierno francés.
Su salud se debilitó luego de padecer una afección respiratoria.
El gobierno uruguayo le creó un sello en su honor.
Dejó de trabajar a razón de las complicaciones de salud.
Murió de una neumonía. Tenía 92 años. Sus restos fueron inhumados en el panteón de su familia, en el cementerio central de Montevideo.
Se cumplieron 100 años de su nacimiento, y el gobierno uruguayo la declaró protagonista del Día del Patrimonio, que es un evento anual y cultural que organiza el ministerio de cultura y educación. El emblema que le atribuyeron fue: cultura de dos orillas.