Un chantaje es una extorsión, es decir, la amenaza de generar algún mal si no se realiza una determinada acción. Los chantajes muchas veces tienen que ver con algún tipo de acción repudiable del chantajeado; en efecto, se suele hacer una presión sobre el mismo por la comisión de un delito, de un hecho deshonesto o con poca aprobación social. No obstante, el chantaje suele ser condenado por las diversas legislaciones del mundo, que ven en el mismo una forma lesiva de intentar ejercer un control sobre otra persona con medios injustos. Lamentablemente, este tipo de práctica es harto frecuente en numerosos contextos, algunas veces ejercida de modo casual y otras de modo sistemático.
Algunas formas de chantaje pueden involucrar el conocimiento de un secreto que una determinada persona tiene y que evita exponer de modo público. En este contexto, el chantaje puede consistir en dar a conocer dicho secreto de un modo masivo. En los últimos años los medios han mostrado material audiovisual de individuos famosos teniendo algún tipo de actitud inapropiada. En algunos casos, dicho material pudo ser sin lugar a dudas un tipo de ajuste de cuentas por no haberse sometido a un chantaje; también es posible conjeturar que muchos de dichos materiales escaparon de una publicación con el motivo de una aceptación del mismo.
La particularidad del chantaje es el hecho de que se funda en evitar hacer mal a alguien a cambio de algo. Por el contrario, en el comercio honesto, lo que se busca es hacer un intercambio de bienes de un modo justo, de un modo en que las partes intervinientes se beneficien y no exista perjuicio para nadie. En el chantaje lo que se busca intercambiar es un bien por el hecho de evitar hacer un mal, por el hecho de negarse a tener una acción que perjudique al interpelado. Son muchas las ocasiones en las que el mal en cuestión es lo suficientemente grave como para que la persona chantajeada no tenga más remedio que cumplir con lo que se pide.
Dado lo expuesto, no debe sorprender que en general el chantaje sea mal visto y existan distintos procederes legales como para alcanzar algún tipo de cobertura al respecto. No obstante, cuando existe la comisión de un delito y el chantaje se relaciona con ese tipo de circunstancia, cuando lo que se utiliza para chantajear es el conocimiento de dicho acto, es muy difícil que la ley pueda tener algún tipo de gestión al respecto.