La dictadura que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983 provocó un reguero de sangre y miles de tragedias: perseguidos políticos desaparecidos para siempre, otros que sobrevivieron pero fueron brutalmente torturados y aún sufren traumas, niños robados a sus madres cautivas y adulteración de sus identidades, entre otros delitos condenables.
En la opinión pública argentina existe casi unanimidad respecto de la condena generalizada a los militares represores, a excepción de Pando y otros activistas que la acompañan desde hace algunos años en las movilizaciones y protestas que convoca para pedir por la libertad de estos, a quienes considera presos políticos, yendo a contramano de la creencia generalizada que condena la acción del gobierno militar que asumió en 1976
Preside la denominada Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AF-APPA).
Es oriunda de Buenos Aires y nació nueve años antes de la instauración de la dictadura de Videla y Massera, en 1967.
Es una ferviente católica y está casada con un mayor del ejército que fue retirado en 2003 cuando su esposa protagonizó su primera polémica pública por defender a los militares acusados de delitos de lesa humanidad, contra nada más y nada menos que el ex presidente Néstor Kirchner, quien justamente fue reconocido por las asociaciones de derechos humanos argentinas por comprometerse a ultranza con su causa
Pando salió en aquel momento en defensa del obispo castrense Antonio Baseotto a quien Kirchner había relevado de su cargo por manifestarle públicamente, al por entonces Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, que merecía ser arrojado al mar por su decisión de repartirle profilácticos gratis a los jóvenes.
Pero Baseotto fue el primero de tantísimos otros nombres vinculados a la dictadura que Pando defendió y defiende públicamente en actos y hasta en los tribunales donde se los juzga.
Otra acción suya muy publicitada y condenada públicamente fue la seña de degüello que le hizo al ex secretario de derechos humanos bonaerense Luis Duhalde
Por otra parte, ha insultado a jueces que fallaron en contra de los represores que ella tanto defiende.
Por algunas de estas acciones mencionadas ha sido denunciada y procesada.
Durante las protestas que acompañaron el debate del proyecto de despenalización del aborto, entre abril y agosto de 2018, se manifestó junto al grupo Pro Vida, identificado con el color celeste
En marzo de 2018 volvió a ser noticia tras conocerse que retomó su actividad como docente en una escuela católica de Palermo.
A razón de la polémica que generó su contratación fue removida del cargo, por las autoridades, apenas dos días después de asumirlo.