Fue uno de los integrantes de la Generación del 80, tal como se denominó a esa élite de gobernantes y dirigentes políticos argentinos que procuraron la fortificación del estado y el progreso nacional en base a una ideología liberal y conservadora que promovió especialmente la educación como base y motor del crecimiento del país.
Si bien desde la década del setenta del siglo XIX se venía destacando desde su banca de diputado y como uno de los referentes del Partido Auntonomista Nacional (PAN), su figura cobró una enorme notoriedad e influencia cuando asumió la presidencia en 1890, a razón de la renuncia del Presidente Miguel Juárez Celman, y logró dominar un escenario muy crítico en lo económico, político, y social
Por la tremenda capacidad que demostró para sortear los obstáculos, devolverle al país la paz perdida, y encaminarlo nuevamente al esplendor, es que se ganó el mote de «Piloto de Tormentas», con el cual pasó a la posteridad y es nombrado en los libros de historia.
También fue uno de los colaboradores más estrechos de Julio Argentino Roca.
Nació en la provincia de Buenos Aires, en el año 1846.
Estudió derecho pero abandonó el estudio para incorporarse al ejército y poder pelear en la guerra del Paraguay.
Una enfermedad truncó su carrera militar y entonces retomó sus estudios hasta graduarse, y a la par empezó a trabajar como periodista para el diario La Prensa.
Se inició en la función pública como subsecretario del ministerio de hacienda, desde donde empezó a tallar para promover el desarrollo industrial argentino, incluso fue uno de los impulsores de la fundación del Club Industrial, y le siguió una intensa actividad parlamentaria como legislador y diputado, desde donde promovió la educación libre, y estuvo a favor de la protección de la industria local
Tras un breve paso por el ministerio de guerra y marina, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, donde enfrentó la rebelión del gobernador de Buenos Aires Carlos Tejedor, saltó al senado.
Como senador se ocupó especialmente del proyecto de construcción del puerto de Buenos Aires, un anhelo familiar, que se concretó cuando estaba ocupando la vicepresidencia de la Nación.
Tras la culminación del primer mandato presidencial de Roca en 1886 asumió como vicepresidente de Miguel Juárez Celman, concuñado de Roca.
En 1890, ante un panorama crítico del país en el que se combinaron problemas económicos: desmanejo del ejecutivo en este aspecto, especialmente en materia de corrupción, políticos: el estallido de la Revolución del Parque liderada por la agrupación Unión Cívica, antecedente del Radicalismo, e institucionales: la renuncia del presidente Celman, asumió la presidencia de la nación
No solamente doblegó a los revolucionarios del parque sino que también hizo lo propio con la crisis aunque antes se aseguró el apoyo del establishment argentino con un préstamo para poder responder a los vencimientos de deuda externa.
Llegando al final de su mandato interino el país estaba pacificado, equilibrado en materia financiera, y hasta había promovido elecciones libres en la capital
A comienzos de siglo, desde su banca de senador, apoyó algunos proyectos de su aliado el presidente Roca, sin embargo, ante la negativa de este de promover una ley electoral que terminase con el fraude, rompieron la larga alianza.
En 1906 volvió a ser elegido como diputado, pero la muerte lo sorprendió en ese mismo año, a los 59 años.
Estuvo casado toda su vida con Carolina Lagos pero no tuvieron hijos.