Un calendario es una herramienta que se utiliza para organizar el tiempo y dividir el año en unidades más pequeñas, como días, semanas, meses y años. Su principal función radica en la representación visual de la distribución de los días a lo largo del año, permitiendo a las personas llevar un registro de las fechas importantes, planificar eventos, y mantener una organización diaria.
Existen diferentes tipos de calendarios, como el calendario gregoriano, que es el más utilizado en gran parte del mundo y se basa en el año solar, o los calendarios lunares que se basan en las fases de la luna, como el calendario islámico. Es de destacar que los calendarios varían en términos de la cultura y las tradiciones de diferentes sociedades, dando lugar a una variedad de sistemas de calendario en todo el mundo.
Ejemplos
Debido a que se trata de una organización temporal arbitraria, en el mundo coexisten y han coexistido distintos tipos de calendarios. Algunos ejemplos de ellos son:
• Calendario Gregoriano: es el más extendido en todo el mundo para asuntos civiles y comerciales. Como señalamos, fue introducido por el Papa Gregorio XIII en 1582 y se basa en el año solar, con 365 días en un año común y un día adicional en años bisiestos.
• Calendario Islámico (Hijri): está basado en las fases de la luna y se compone por 12 meses lunares de 29 0 30 días, lo que da un resultado de un año de entre 354 y 355 días. Debido a esta diferencia con el año solar, las festividades islámicas avanzan aproximadamente 10-12 días cada año en el calendario gregoriano.
• Calendario Hebreo: se basa en ciclos tanto lunares como solares y está compuesto por 12 o 13 meses en un año. El mismo se utiliza principalmente para observancias religiosas judías y festividades como Rosh Hashaná, Yom Kipur y Pesaj.
• Calendario Chino: este calendario también retoma ciclos lunares y solares, estableciendo un año de 12 o 13 meses. En el mismo, cada año se corresponde con un animal del zodíaco chino y con un elemento. Históricamente, el calendario chino se utilizaba para planificar las actividades agrícolas.
• Calendario Maya: este antiguo calendario es reconocido por su precisión. El mismo está compuesto por varios ciclos de tiempo que incluyen al calendario Tzolk’in (de 260 días) y al calendario Haab’ (de 365 días). Asimismo, los mayas utilizaban un calendario llamado «Cuenta larga» para medir períodos de tiempo más largos y un calendario de Venus que se relacionaba con eventos astrológicos de su cultura.
Historia
Los calendarios son instrumentos que se han utilizado desde tiempos antiguos con el fin de organizar los días y el trabajo. Así, los primeros calendarios de los que hay registro sistemático se han encontrado en los sitios en que surgieron las primeras civilizaciones, y datan de alrededor del 3000 a.C., es decir que son contemporáneos al surgimiento de la escritura. Se trataba de calendarios basados en el ciclo lunar cuya extensión se establecía en 29.5 días. No obstante, ya en el antiguo Egipto se desarrollaron calendarios solares compuestos por 12 meses de 30 días cada uno, más cinco días adicionales al final del año.
Los romanos también desarrollaron su propio calendario solar que se impuso a partir del año 45 a.C. bajo el mandato de Julio César. Conocido como “calendario juliano”, estaba compuesto por 365 días divididos en 12 meses, con un día bisiesto cada cuatro años para corregir la discrepancia con el año solar.
Dicho calendario rigió durante siglos hasta que, en el año 1582, fue reformado por el Papa Gregorio XIII. Vale señalar que el calendario juliano contaba con un año bisiesto cada cuatro años, lo que suponía un año promedio de 365.25 días. Sin embargo, el año solar real es de aproximadamente 365.2422 días. Esta pequeña diferencia acumulativa resultaba en un desfase gradual a lo largo del tiempo. Para corregir esa cuestión, Gregorio XIII introdujo una regla que eliminaba tres de cada cuatro años bisiestos. En otras palabras, en el calendario gregoriano, un año es bisiesto si es divisible por 4, excepto en los casos en que también sea divisible por 100 pero no por 400. Esto significa que los años 1700, 1800 y 1900 no fueron bisiestos, pero el año 2000 sí lo fue. A lo largo del tiempo, esta precisión ha ayudado a prevenir un desfase significativo en las estaciones y en la celebración de festividades religiosas que dependen de la posición del sol en el cielo, como la fecha de la Pascua cristiana. De esta forma, el calendario gregoriano se ha convertido en el calendario civil estándar en la mayoría de las partes del mundo, siendo el más utilizado en la actualidad.
Finalmente, también es preciso tener en cuenta que, por fuera de occidente, otras culturas han desarrollado sus propios calendarios basados en sus observaciones astronómicas y en sus necesidades particulares.
Referencias bibliográficas
Richards, E.G. (2000), “Mapping Time: The calendar and its History”, Oxford: Oxford University Press.Autora
Escrito por Mercedes Roch para la Edición #128 de Enciclopedia Asigna, en 09/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).