La palabra buldero se refiere a una actividad profesional que realizaba un funcionario al servicio de la iglesia católica durante la Edad Media y que consistía en otorgar bulas a cambio de dinero. El conocimiento que actualmente se tiene sobre los bulderos se debe principalmente a las crónicas medievales, los registros y archivos eclesiásticos y a las referencias literarias.
¿Qué es una bula?
Una bula es un documento oficial otorgado por una autoridad eclesiástica con el fin de que la persona que lo recibe sea absuelta de algún pecado o falta, para lo cual es necesario que pague una cantidad de dinero. Hasta hace pocos años se pagaban bulas como una forma de obtener una dispensa o permiso de la iglesia para así poder comer carne durante la Cuaresma o para evitar el cumplimiento de otros preceptos religiosos.
El precio que se pagaba para obtener una bula dependía de las posibilidades económicas de cada uno y normalmente la bula era vendida en las sacristías de las iglesias por algún párroco o religioso
En el caso de España las bulas estuvieron vigentes durante siglos y en los años 60 del siglo XX empezaron a desaparecer como práctica habitual.
El buldero del Lazarillo
En la célebre novela anónima del siglo XVl «El Lazarillo de Tormes» el personaje principal es un niño huérfano que relata sus peripecias con los distintos amos para los que trabaja. Uno de esos amos es precisamente un buldero, que es descrito como un timador que se dedica a vender bulas a través de engaños.
El hecho de que aparezca un buldero en esta novela es interpretado por algunos críticos como un síntoma del rechazo social que producían las bulas en algunos sectores de la población. Hay que recordar que el desconocimiento del autor de la novela puede ser un indicio de la postura del autor en contra de este tipo de privilegios (algunos estudiosos sostienen que el autor podría ser un erasmista, un seguidor de los planteamientos humanistas de Erasmo de Rotterdam, un filósofo que censuraba la corrupción de la iglesia católica).
Otros oficios tradicionales que han desaparecido
La actividad del buldero nos remite a la Edad Media y al papel que tuvo la religión en el conjunto de la sociedad en otros tiempos. Durante siglos los bulderos eran quienes gestionaban las bulas y se ocupaban de los trámites relacionados con ellas. Esta circunstancia nos permite recordar que son numerosos los oficios y actividades tradicionales que ya han desaparecido o están en vías de desaparición.
Durante las noches ya no trabajan los serenos, apenas se ven afiladores de cuchillos, la figura del pregonero solo se puede ver en películas de época y muchos oficios forman parte del pasado (colchonero, hachero, barquillero, campanero, aladrero…).