Biografía de Britney Spears

Nació en la ciudad de McComb, perteneciente al estado de Misisipi.

Desde temprana edad manifestó condiciones artísticas.

Asistió a clases de baile y de gimnasia, y su sueño, mientras lo hacía, era convertirse en una cantante famosa.

Protagonizó The Mickey Mouse Club, un programa de televisión producido por Disney, en el que también se hicieron famosos otros jóvenes como Justin Timberlake y Ryan Gosling, entre otros.

Tenía nada más que diez años cuando consiguió esta oportunidad que le cambió la vida y fue su madre quien la acompañó a Nueva York a cumplir su sueño artístico.

Se editó su álbum debut, Baby one more time, que inmediatamente se convirtió en un éxito de ventas mundial, y ella en una estrella del pop.

Sus videoclips y coreografías fueron un furor y bailadas por millones de adolescentes en todo el planeta.

Y ni hablar del fenómeno erótico que despertó en torno a su imagen, una combinación de adolescente-mujer sexy.

Se publicó su Segundo trabajo: Oops!… I dit it again, que la consagró indiscutidamente como la princesa del pop mundial.

El videoclip del tema que le dio título al disco causó un impacto magnífico, especialmente por el look de la cantante y sus pasos hiper sensuales.

Lanzó su tercer proyecto discográfico bautizado Britney, siendo, I’m a slave 4 U, el sencillo más reproducido y exitoso.

Hizo su espectacular presentación en los MTV Video Music Awards cargando una serpiente en sus hombros.

Mantuvo una relación sentimental con su colega Justin Timberlake.

Debutó en el cine con la película Crossroads.

Su Quinto disco Black out coincidió con un período de su vida que se volvió oscuro, negro, como el título de su álbum.

La revista Forbes la nombra la celebridad más poderosa de Hollywood.

Protagonizó un beso en la boca con Madonna.

Otra vez los MTV Video Music Awards fueron el escenario de un momento histórico e inolvidable en la carrera de la cantante.

Se estampó su estrella en el paseo de la fama de Hollywood.

El nuevo álbum que lanzó fue In the zone, y por primera vez tomó el liderazgo en el proceso y producción creativa.

Se casó con el bailarín Kevin Federline con quien tuvo dos hijos: Jayden James y Sean Preston.

Meses antes, se casó con su amigo de la infancia, Jason Allen Alexander, matrimonio que se anuló a las 55 horas de producido.

Ganó un Grammy en la categoría mejor grabación de baile por el tema Toxic.

Se divorció de Federline.

La prensa aumentó su foco sobre la vida personal de la cantante y la industria le demandó más y más… su reacción fue salir a divertirse, con algunos excesos.

Entre las excentricidades/locuras que realizó ante los ojos del mundo y el periodismo, que gustoso la retrató, fue raparse la cabeza y llenarlos de insultos por no dejarla vivir en paz.

Perdió la custodia de sus dos hijos por no presentarse en las audiencias judiciales.

Presentó su nuevo disco Blackout.

Sufrió un colapso nervioso que la obligó a recibir tratamiento psiquiátrico.

Le otorgaron la tenencia de sus hijos a su exmarido, y a los meses recién recuperó el derecho de visitarlos.

La justicia de California intervino en el caso a pedido de su familia y la declaró incapaz de manejar su vida y le encargó la tutela legal de sus bienes, finanzas, y decisiones personales a su padre.

Se editó su disco Circus.

Publicó su nuevo disco Femme Fatale.

Fue jueza en el reality show The X factor.

Asentó en Las Vegas su residencia oficial, en el Planet Hollywood Resort & Casino, donde además presentó el espectáculo fijo: Britney: piece of me.

Mantuvo un amorío con David Lucado.

Lanzó su nuevo disco Britney Jean.

Presentó su línea de ropa íntima en el mercado.

Recibió el premio artista pop favorito en los People’s Choice Awards.

Se editó su nuevo disco Glory, que marcó el comienzo del impasse de su carrera para dedicarse a recuperar la libertad y riendas de su vida que perdió cuando le decretaron vivir bajo la tutela de su progenitor.

Comenzó su relación sentimental con el bailarín y entrenador Sam Asghari a quien conoció grabando un videoclip.

Decidió cancelar su residencia en la ciudad de Las Vegas y anunció la pausa en su carrera para involucrarse a fondo en temas familiares.

Le pidió a la justicia retomar las riendas de su vida. Con más o menos palabras, ese fue el tajante pedido que le hizo a la jueza que intervino en la causa de su tutela cuando se sentó frente a ella.

Asimismo, le brindó detalles de los abusos a los que la sometieron su padre y el resto de las personas que la controlaron: utilizar un dispositivo intrauterino como método de anticoncepción, otros medicamentos, la imposición de no poder tener más hijos, ni poder casarse…

Sus declaraciones a la justicia causaron un impacto público fenomenal, tanto que el legislador del Partido Republicano, Matt Gaetz, la convocó al Congreso estadounidense para brindarle su apoyo por el abuso que le propinó el sistema judicial de su patria.

Se comprometió con su pareja Sam Ashgari y anunciaron la buena nueva por Instagram.

Se anuló la tutela legal que sobre sus finanzas y vida personal tenía su padre.

La decisión la tomó un tribunal de California y llegó luego de 14 años de iniciada. Hasta ese momento, Spears, debía pedirle autorización a su padre para disponer de dinero y hasta para movilizarse.

Esta medida le permitió disponer de su fortuna que asciende a unos 60 millones de dólares.

Cabe destacarse, que la lucha judicial de Britney dejó de ser en solitario y solo en la compañía de sus letrados.

Un grandísimo movimiento impulsado por sus fanáticos, que ya había comenzado en 2017, y al que con el tiempo también se sumaron personajes públicos de renombre (Cher, Miley Cyrus, Paris Hilton y Sarah Jessica Parker, entre otros), bajo la etiqueta #FreeBritney, fue crucial en la promoción de su libertad de acción.

También, el documental que produjo The New York Times, Framing Britney Spears, sobre la difícil e intensa vida artística y personal de la cantante, animó el apoyo popular por la causa.

Ella misma habla en primera persona contando la complejidad de reclamar por el control de su propia vida.

Y se sumó otro documental, producido por la BBC, que abordó el asedio y el show que en un momento los medios hicieron de la exhibición de la vida de la joven cantante: The Battle for Britney: Fans, Cash and a Conservatorship.

Hizo público su infinito agradecimiento a su abogado Mathew Rosengart por haber luchado tanto a favor de conseguir su “libertad”.

El padre de Britney, Jamie Spears, según comentó Rosengart, deberá responder ante la justicia respecto de los atropellos que cometió en contra de su hija en los últimos años, mientras tuvo el control total de su vida, inclusive, por presuntamente haberse quedado con un millón de euros.