Biografía de Boris Yeltsin

Nació en la aldea de Butka, hoy Ekaterimburgo. Su madre fue costurera y su padre un obrero de construcción.

En su infancia se lo caracterizó como un niño rebelde y revoltoso.

Fue un apasionado del deporte desde muy joven. Fue capitán del equipo de vóley de la escuela y también practicó tenis.

Estudió y se graduó en el Instituto Politécnico de los Urales.

Se casó con Naína Guírina, la mujer que lo acompañó hasta su último día de vida. La pareja tuvo dos hijas.

Comenzó a trabajar como ingeniero, en diferentes proyectos de construcción, en la provincia de Sverdlovsk

Se afilió al Partido Comunista ruso.

Fue incorporado como funcionario del Partido Comunista y decidió dejar todo para dedicarse por completo a la actividad política y partidaria.

Fue elegido secretario general del partido en la ex provincia de Sverdlovsk, (luego Ekaterimburgo), puesto en el que se mantuvo hasta 1985.

Fue nombrado para dirigir el Comité de Moscú del Partido Comunista, por decisión de Mijaíl Gorbachov, quien había asumido como secretario general del partido.

Ingresó en el Politburó, el máximo órgano que dirigió el estado soviético.

Gorbachov anunció un conjunto de reformas con la misión de modernizar y reordenar el sistema político y económico del país; a esta etapa se la denominó Perestroika, ya que su acepción en lengua rusa es justamente reforma.

Se llevaron a cabo modificaciones administrativas y se reemplazaron muchos funcionarios.

Desplegó varias políticas en la capital: lanzó un plan de lucha contra la corrupción, prohibió la demolición de edificios históricos, abogó por medidas que terminasen con el privilegio de los funcionarios de mayor rango y desarrolló un plan global de crecimiento para Moscú.

Fue habitual verlo caminar por la calle y trasladarse en transporte público por la ciudad, hecho que lo acercó muchísimo a la gente.

Fue apartado de la organización de Moscú y luego del Politburó.

El aprecio mutuo con Gorbachov comenzó a resquebrajarse por sus críticas respecto de la lenta marcha en las reformas de liberalización y el líder no lo soportó.

También criticó el culto a la personalidad que empezó a tejerse alrededor de la figura de Gorbachov.

La tensión entre ambos comenzó a acaparar la atención local e internacional.

Fue elegido diputado por Moscú. Obtuvo una amplia mayoría (91 %) en las elecciones celebradas en el Congreso de Diputados del Pueblo, el nuevo órgano legislativo del país.

Rompió con el Partido Comunista al no poder zanjear las diferencias. Sumó más adhesiones en la presidencia de la República Socialista Federativa Soviética.

Elaboró su propio programa de gobierno que propuso un cambio total en el régimen vigente: establecimiento de una economía de mercado y la autonomía de las repúblicas.

Ganó las elecciones presidenciales directas con una abrumadora mayoría: casi un 60 %. Fueron las primeras que se celebraron en la historia del país de los zares.

El cargo de presidente fue creado tras la celebración de un referéndum en marzo de ese año.

Se ejecutó un golpe de estado contra Gorbachov, de parte del Comité Estatal de Situación de Emergencia, que logró contener; fue el acontecimiento que terminó por marcar su liderazgo y el corrimiento de Gorbachov de la escena.

Los golpistas dispusieron la prisión domiciliaria de Gorbachov en Crimea, mientras que Yeltsin, decidido a enfrentarlos, exhortó al pueblo a defender la democracia. Miles de personas decidieron responder a su convocatoria y salieron a las calles a apoyar la libertad.

Se reunió con los presidentes de Bielorrusia y de Ucrania y acordaron: la disolución de la Unión Soviética y la autonomía de cada uno como estados soberanos, pero asociados en la comunidad de estados independientes. El acuerdo se selló con la firma del histórico tratado de Belovezh.

El 25 de diciembre, Gorbachov dimitió.

Delineó un sólido sistema presidencialista en Rusia, que, por supuesto encabezó, y emprendió una serie de reformas económicas que produjeron igual aceptación y rechazo, y que jaquearon su posterior autoridad y popularidad.

Puso fin al control de precios por parte del estado, recortó el gasto público y gestó la famosa apertura de la economía rusa al comercio externo.

La liberación de la economía desencadenó un contexto de creciente desigualdad social y comenzaron a vislumbrarse otros serios problemas, difíciles de contener: corrupción, aumento de la criminalidad y de la pobreza.

Atacó al marxismo y al leninismo y acercó lazos con occidente para poder solucionar los conflictos de la región. Por otra parte, solicitó asistencia económica y humanitaria a Occidente.

Impulsó por decreto el fortalecimiento del poder presidencial y limitó los poderes del parlamento lo que desencadenó una crisis y fuerte disputa con el poder legislativo.

El Soviet rechazó el decreto y aprobó su destitución. Acto seguido, los diputados tomaron el palacio legislativo.

Se desató un fuerte enfrentamiento entre los partidarios de los legisladores y los que apoyaron al presidente, al que luego se sumaron las fuerzas policiales.

La disputa terminó con el terrible saldo de casi 400 heridos y 150 muertos.

Ganó las elecciones y renovó su mandato por un nuevo período, a pesar de tener que gestionar varias crisis puntuales y graves, que bajaron drásticamente su popularidad.

Su salud se deterioró y comenzó a vislumbrarse la lucha de poder por su sucesión.

Nombró a Vladimir Putin como primer ministro, quien además ganó las elecciones legislativas del año.

Renunció a la presidencia y recomendó a Putin como jefe del estado y de las fuerzas armadas rusas.

Hacia el final de su gobierno estrechó lazos con los estados de Europa del este que se conformaron tras la desintegración de Yugoslavia.

Creó una fundación benéfica tras su salida del poder con el objetivo de apoyar a jóvenes talentos, causas sociales e investigaciones.

Recibió la Orden del Mérito de la Patria rusa.

Falleció a causa de una insuficiencia cardíaca. Tenía 76 años.

Se erigió un monumento en su honor, en el cementerio donde fueron inhumados sus restos.