El término ‘bélico’ se utiliza como adjetivo calificativo que tiene como función designar a todos aquellos fenómenos, eventos, objetos o formas de actuar que se vinculen con el acto de la guerra, enfrentamientos armados, conflictos, etc. Del mismo modo que se puede aplicar a entes abstractos, el concepto de bélico se usa a veces para designar a personas que tienen actitudes agresivas, confrontativas y violentas en sus vínculos sociales.
Bélico, belicista, belicoso: diferentes términos para lo mismo
En los vínculos y relaciones humanas, diferentes son las actitudes que se pueden tomar en diversas situaciones. Así, el conflicto, la lucha y el enfrentamiento son algunas de las formas más comunes de relación y aquí es donde entra en juego el término ‘bélico’ para adjetivar esas situaciones.
Desde el comienzo de la historia humana han existido vínculos bélicos entre ciudades, aldeas, poblados y enormes países; en la mayoría de los casos esos vínculos bélicos estuvieron relacionados con la competencia por determinados recursos, límites, territorios, fronteras, historia, etc. También desde la Antigüedad el ser humano ha desatado conflictos bélicos, duras guerras e interminables enfrentamientos con otros pueblos por diversas razones. Tal vez podríamos decir que, del mismo modo que lo es el amor y la cooperación, todo lo relacionado con lo bélico es parte esencial del ser humano.
Diferentes teorías políticas sobre la cuestión bélica en el ser humano
De todos los grandes pensadores históricos que ha conocido la Humanidad, destacamos aquí a dos que han disertado sobre la condición del ser humano. Uno de ellos ha sido el inglés Thomas Hobbes, quien sostuvo durante su vida la complejidad del ser humano y su tendencia al caos y a los vínculos belicistas entre naciones y pueblos.
Es esto, según Hobbes, lo que ha llevado a los hombres desde tiempos antiguos a crear instituciones y entidades que controlen y ordenen la vida en sociedad, como lo son el Estado y el gobierno. Muy por el contrario, otro pensador británico conocido como John Locke propondría, unos siglos más tarde, que el ser humano es un ser bondadoso y que la misma vida en sociedad en las que lo pervierte y hace surgir entre las personas la inclinación a la generación de lazos y relaciones bélicas o conflictivas.
Lo bélico como elemento disruptivo de la armonía social
Si tenemos en cuenta que todo vínculo bélico, situación de pelea, lucha o enfrentamiento implica agresión de una parte a otra, podemos decir fácilmente que todo lo que se relacione con ello será un elemento disruptor en la armonía de las comunidades implicadas. Esto es así debido a que las situaciones de guerra suponen pérdidas humanas, pérdidas económicas, destrucción del patrimonio y de la riqueza, etc. Todos estos elementos afectan profundamente a la vida de una sociedad.