La situación de bancarrota expresa la quiebra económica y puede afectar a un individuo, a una empresa o incluso a una nación. El origen de esta palabra es bastante curioso, ya que proviene de la expresión italina Banca Rotta, un concepto que se acuñó en el siglo XVl cuando existía la costumbre de romper la silla de quienes prestaban dinero cuando dejaban de ser solventes. A continuación se presenta una idea esquemática de este término en los tres ámbitos mencionados.
La quiebra económica en lo personal
Una persona o una familia está en bancarrota cuando no puede hacer frente a sus obligaciones económicas con normalidad. Esta circunstancia puede estar ocasionada por falta de ingresos, por deudas o por una mala gestión financiera. En cualquier caso, los gastos son superiores a los ingresos y en esta coyuntura es posible jurídicamente la bancarrota de alguien, lo cual está regulado por ley según la legislación
de cada país. La principal consecuencia es la inhabilitación para administrar los propios bienes y normalmente los acreedores de la persona en quiebra tienen que renunciar a recuperar el dinero que se les pueda deber.
La quiera de una empresa
Una empresa se puede declarar en bancarrota por una defiente gestión financiera o por causas relacionadas con la situación del mercado. La finalidad de esta declaración es evitar el pago de deudas ante los acreedores durante el tiempo que la ley lo establezca. Esta situación tiene una serie de ventajas e inconvenientes para la empresa. La principal ventaja es la posibilidad de organizar nuevamente las financias de la entidad. aunque también puede ser útil para impedir una hipotética demanda de un acreedor. En cuanto a los inconvenientes, hay varios: hay una serie de gastos asociados o puede afectar a las posibilidades de crédito en un futuro.
Los expertos en finanzas recomiendan evitar la declaración de bancarrota y buscar otras alternativas (por ejemplo, una nueva negociación de las deudas).
La quiebra de una nación
Un país se declara en bancarrota cuando no puede pagar los intereses de sus deudas y ninguna entidad está dispuesta a prestarle dinero. Esto provoca una falta de liquidez e impide asumir sus responsabilidades (pago de salarios, de pensiones y desaparición de servicios públicos básicos). La ruina financiera de una nación es un fenómeno que ha ocurrido en la historia reciente y ha afectado a países como Ucrania, Argentina, Pakistán, entre otros.
Las crisis económicas suelen acarrear consecuencias devastadoras para la economía de un país:
– La necesidad de recurrir al rescate económico de los inversores extranjeros o de alguna institución.
– Normalmente se produce un notable aumento de la inflación.
– Hay una disminución de las inversiones, falta de crédito y, en definitiva, una inestabilidad financiera que afecta al conjunto de la actividad económica.