Se denomina balance general a un libro con una información substancial acerca de los estados patrimoniales de una empresa determinada. En el balance estarán reflejadas todas as actividades bienes, servicios, transacciones, etc., que ha realizado una determinada organización comercial a lo largo de un período de tiempo equivalente a un año. Este estado contable es utilizado para presentar un informe al estado a la hora de realizar los pagos tributarios correspondientes, como asimismo ofrece una información de gran sensibilidad para inversores potenciales.
Un balance general tiene tres elementos principales a considerar: el activo, el pasivo y el patrimonio neto. El primero contiene todos aquellos derechos que la empresa posee, como asimismo los distintos elementos de su propiedad utilizados para brindar los bienes y servicios a los que se dedica.; así, por ejemplo, un vehículo, un edificio, una maquinaria particular, pasan a agregarse a este grupo ya sea sumando o restando. En el segundo caso, en el pasivo, se agruparán todas las obligaciones y deudas de la compañía; así, por ejemplo, la toma de un crédito o de un pago pendiente por una compra deberá registrarse en este grupo. Finalmente, el patrimonio neto representará a la diferencia entre el pasivo y el activo; este último siempre deberá ser positivo, salvo casos excepcionales como el de una empresa estatal que sea deficitaria y el estado desee mantenerla.
Existieron algunos casos en la historia en los que algunas empresas han generado una estafa a partir de la incorrecta registración de sus estados en el balance general. A este respecto cabe señalarse que la información allí detallada es la que define qué acciones tomar con la empresa a nivel social, por lo que ésta debe ser siempre fidedigna, circunstancia por la cual se requiere que se lleve a cabo por una persona acreditada como un contador. Los motivos que pueden inclinar a una empresa a llevar a cabo una tergiversación de esta información pueden ser la exención o limitación al pagar algún tipo de impuesto, o la intención de lograr afectar el precio de las acciones en el caso de una sociedad anónima.
En el mundo de las inversiones, es de suma importancia saber dar una correcta lectura del balance general de una empresa, en la medida en que ofrece un determinado valor para esta. Así, según los elementos allí presentes puede determinarse si una acción está cara o barata, considerando el valor que arrojan los libros contra el que ofrece el mercado. En esta dirección apunta el denominado análisis fundamental, sistema de ponderación de activos que suele utilizarse para operar en la bolsa de valores. Es por ello que aquellas empresas que coticen en la bolsa deben hacer públicos sus balances, para ofrecer transparencia a aquellos inversores que deseen comprar sus acciones.