Un autógrafo es la firma de una persona hecha a mano. Este término proviene del latín y está formado por dos vocablos, el prefijo auto, que significa propio o de uno mismo y del sufijo grafo, que quiere decir escritura.
El autógrafo es algo más que una simple firma en un documento, pues supone una prueba de que su autor es alguien célebre, un personaje famoso y reconocido socialmente y, en consecuencia, su firma en algún soporte (papel, camiseta u otros) expresa que su poseedor ha estado en contacto con la celebridad, pues su firma así lo atestigua. En este sentido, el autógrafo presenta un indudable valor simbólico y, en ocasiones excepcionales, puede tener incluso un valor económico (como ha sucedido en algunas subastas en las que un papel firmado por un famoso ha sido vendido por una cantidad elevada de dinero).
Los cazadores de autógrafos
Vivimos en una sociedad mediática, en la que hay personajes famosos que tienen un especial protagonismo en los medios de comunicación. Esos personajes pueden ser deportistas, cantantes, actores o, dicho con una palabra, celebridades. El hecho de tener un autógrafo de alguno de ellos supone poseer un objeto especial y es en este contexto en el que aparecen los cazadores de autógrafos. Este término es una traducción literal del inglés (autograph hunters) y se ha convertido en un fenómeno global.
Si además del autógrafo hay una dedicatoria personal del famoso, el cazador de autógrafos tendrá algo de especial valor debido a su exclusividad. En este sentido, se puede valorar el autógrafo como una pieza de coleccionismo. Desde un punto de vista psicológico, la firma del famoso tiene un cierto componente fetichista. El cazador de autógrafos tradicional suele ser un adolescente y si esta afición se lleva al extremo tiene un elemento friki.
Autógrafos y el fenómeno fan
El fenómeno fan surgió en Estados Unidos en relación con el mundo del espectáculo en las primeras décadas del siglo XX y pronto se extendió al ámbito deportivo. Una celebridad puede tener seguidores o fans en cualquier parte del mundo. El fan admira al personaje famoso y si consigue su autógrafo es como si tuviera algo muy personal y una especie de tesoro.
El fenómeno fan es relativamente reciente desde un punto de vista histórico, pero obedece a una inclinación que se remonta a la antigüedad: la admiración por el héroe. Esta admiración ya existía entre los griegos, quienes veneraban a los campeones olímpicos.