Lo audiovisual remite a una serie de tecnologías que posibilitaron la transmisión o la reproducción diferida de contenido pasible de ser visto y oído. Las mismas tuvieron un incipiente desarrollo en los comienzos del siglo XIX, desarrollo que siguió de modo rutilante hasta el siglo XXI con importantes novedades. El contenido de carácter audiovisual no tardó en convertirse en una gran industria relativa a diversos procesos de innovación, como asimismo se convirtió en una nueva fuente de producción artística. Algunos ejemplos de este tipo de manifestación pueden ser el cine, la televisión, el contenido digital que observamos en la web, etc.
Las primeras experiencias de tecnologías que pudiesen almacenar contenido audiovisual deberían buscarse en el siglo XIX. Antes de este momento ya habían existido diversos avances, pero fue quizá este el momento en que dichas consideraciones pudieron cristalizar en productos con cierto éxito. Como primer paso en este sentido cabe hacerse alusión a la fotografía y al fonógrafo.
El cine tuvo sus inicios a fines del siglo XIX, con las exposiciones que realizaban los hermanos Lumiere en Francia. Por supuesto, eran muestras rudimentarias que carecían de colores y de sonido, pero dejaron una primera huella en lo que sería posteriormente una gran industria. Puede decirse que fue una evolución posterior a la fotografía, puesto que una grabación consiste en una cierta cantidad de “fotos”, que luego, pasadas en velocidad, darán la impresión de movimiento. El cine no tardó en ser adaptado como un elemento para la expresión del hombre, circunstancia que le hace valer el término de séptimo arte; en efecto, efectos como el montaje permite construir historias a partir de las imágenes. Con el paso del tiempo el cine incorporaría el sonido y el color, teniendo completo su camino como expresión artística.
Otra tecnología que sin duda fue decisiva en el área de lo audiovisual fue sin lugar a dudas la televisión. Este artefacto posibilitó que podamos ver transmisiones en vivo de imágenes y sonido. Al día de la fecha cada vez son más los detalles que se agregan, mejorando la calidad y la interconectividad con otros artefactos.
Hoy en día son las ciencias de la información las que posibilitaron el nuevo escalón sobre el que se alza el contenido audiovisual. En efecto, con la digitalización del mismo es posible almacenarlo en bases de daos y alojarlo en cualquier servidor de la red para que sea visto por quien quiera.