Un ateo es la persona que no acepta la idea de la existencia de Dios. Y el ateísmo es la postura intelectual que defiende esta tesis.
Ante la idea de que existe un ser superior o Dios, hay tres actitudes posibles: la del creyente, el agnóstico (que considera que no sabe sí existe un Dios o no) y la del ateo, que niega su existencia.
Planteamientos fuertes
No hay una una forma de proclamarse ateo. Alguien puede considerarse como tal desde un planteamiento intelectual, puesto que considera que no hay razones objetivas y pruebas definitivas que demuestren que Dios existe. Es posible ser ateo de una manera combativa, es decir, oponiéndose activamente a los dogmas del teísmo o desde un enfoque pasivo, es decir, mostrando indiferencia (esta posición es semejante al agnosticismo). Normalmente el ateo es alguien que puede explicar la realidad sin recurrir a la intervención de Dios, ya que está convencido de que la vida es explicable desde parámetros racionales y científicos. Algunos ateos tienen una ausencia de fe, por lo que no alegan motivos racionales ni argumentos en contra de la existencia de un Dios o de los dioses, simplemente no creen en este concepto. El ateo suele considerar que el ser humano no tiene la suficiente capacidad para afirmar algo con rotundidad en relación con Dios. Estas ideas o valoraciones son algunas de las características propias de los partidarios del ateísmo.
Un ateo puede rechazar los argumentos a favor de Dios, pero al mismo tiempo compartir ciertos valores de una religión. Esta postura es compatible, ya que tiene sentido no creer en Dios y estar de acuerdo con la cultura o los planteamientos morales de una religión.
Como es lógico, desde la perspectiva del creyente, el ateo está equivocado, ya que no valora las señales y pruebas que supuestamente demuestran la certeza de la existencia de una divinidad creadora.
El ateísmo ha sido perseguido en muchos momentos de la historia. En la actualidad no hay, en general, ningún ataque contra las personas que lo defienden. Se puede afirmar que en el conjunto del planeta hay una tolerancia hacia las distintas posturas religiosas o, como en este caso, hacia la postura no religiosa. Sin embargo, en algunas zonas del mundo el ateo es alguien sospechoso y contrario a los dogmas religiosos aceptados por una parte de la sociedad.
El caso de Estados Unidos es bastante peculiar en relación con el ateísmo. Esta nación afirma que está vinculada a Dios (en el juramento de lealtad a la nación y su bandera se dice explícitamente «one nation under god», una nación bajo bajo Dios). Hay algunos ateos que no comparten esta idea y proponen un cambio: one nation under Constitution, es decir, que la nación no puede estar vinculada a Dios, sino a unas leyes constitucionales.