El Imperio Inca fue uno de los estados precolombinos de América del Sur más notables y que brillaría especialmente durante el siglo XV.
En tanto, Atahualpa, ha sido el decimotercer y último Inca del imperio.
El inca era el soberano más importante del estado, equivalente al emperador en otras culturas.
Si bien tras su muerte los españoles que habían conquistado las tierras nombraron otros incas, Atahualpa, está considerado como el último que gobernó el imperio.
Tras mantener una dura y cruenta batalla con su hermano Huáscar por el poder, conocida en la historia como guerra civil incaica, Atahualpa, consigue la victoria sobre su hermano en el año 1532.
Tras este triunfo se proclamó como Inca o emperador.
Su gobierno duraría ciertamente poco tiempo dado que tras esta victoria fue emboscado por los conquistadores españoles quienes lo apresaron y luego lo condenaron por traición y conspiración.
Si bien les ofreció a sus captores españoles adornarlos con riquezas de plata y de oro, si lo liberaban, finalmente los españoles no cumplieron con el compromiso y lo asesinaron quedándose con sus tesores.
Su nacimiento se presume que fue en el año 1500 aunque no hay precisiones sobre el lugar, en tanto, su fallecimiento se produjo en las condiciones mencionadas en el año 1533, en Cajamarca, una ciudad de la región norte de Perú.
Lo que sí es un hecho, ya que las fuentes lo convalidan, es que su infancia y su juventud las transitó en la ciudad de Cuzco, donde además estudió conforme a las costumbres que imponía su origen noble.
De su padre aprendería todo lo inherente a la administración y gestión del gobierno.
Cuando todavía era un adolescente deja Cuzco y se marcha al norte con su padre para sofocar a los rebeldes y seguir conquistando tierras.
En ese lapso, su hermano Huáscar, quedó a cargo del gobierno y al tiempo comenzaron las diferencias entre ambos, especialmente porque Huáscar desconfiaba de las intenciones de su hermano.
Inmediatamente ambos entablan una guerra civil que culmina con la derrota de Huáscar y posterior asesinato porque Atahualpa temía que los españoles lo repusiesen en el cargo.
Tras el triunfo asume como emperador inca pero los españoles pronto lo emboscarían arrestándolo y posteriormente dándole muerte.