- Hijo de Apolo. Educado por el centauro más famoso.
- Un talento para la curación. La preocupación de los dioses olímpicos.
- La vara de Asclepios
Asclepios nació de la unión entre el dios Apolo y una de sus amantes mortales, Coronis, por lo que era un semidiós.
Su padre decidió llevarlo con el centauro (mitad hombre, mitad caballo), que era el más sabio de los centauros y un excelente maestro. Quirón fue responsable de la educación de famosos héroes como Aquiles, Áyax o Jasón (de los argonautas). Educó a Asclepios sus conocimientos, centrándose especialmente en la medicina que parecía ser lo que más interesaba al joven.
Los conocimientos de Quirón estaban basados principalmente en las plantas medicinales, el centauro lo sabía todo sobre las plantas que crecían en Grecia y cuáles eran las propiedades que tenía cada una.
El centauro le dio los fundamentos de la anatomía tanto animal como humana, le enseñó a moler, mezclar y hervir plantas curativas que pudieran ingerirse, y también le enseñó otras cosas útiles como detener hemorragias, aplicar cataplasmas y recolocar un hueso fracturado.
El joven Asclepios demostró ser un alumno excelente, y pronto superó en conocimientos y habilidades al propio Quirón. Tal era su efectividad con la curación, que incluso consiguió resucitar a los muertos, algo que ni siquiera los dioses tenían poder suficiente para lograr. Pero este poder tenía truco, Asclepios lo hacía mediante la sangre de una gorgona, la cual Atenea le ofreció en un vial.
La sangre de las gorgonas, estos monstruos y a la vez divinidades femeninas, era muy especial. Si extraías sangre del lado derecho de la gorgona, esta podía resucitar a los muertos. Si por el contrario, lo hacías del izquierdo, la sangre de ese lado era un potente veneno, letal.
Zeus, que lo veía todo desde el Olimpo, no le gustó mucho comprobar lo lejos que había llegado Asclepios con la sangre mágica. Revivir a los muertos era ya pasarse de la raya, y su sentimiento se agravó cuando Hades acudió a él quejándose. Si Asclepios continuaba incansablemente su labor, el Hades se vaciaría (de fallecidos) y el dios del Inframundo no tendría a nadie sobre quién gobernar en su reino, su labor ya no tendría sentido.
No podía permitir aquello, el hijo de Apolo estaba rompiendo el equilibrio entre la vida y la muerte, había que remediar la situación.
Zeus fue determinante para resolver este conflicto y lanzó uno de sus temidos rayos, matando a Asclepios, que al impactarle el poderoso rayo, murió en el acto. El semidiós no podría resucitarse a sí mismo, el problema había acabado.
Apolo se enfadó muchísimo por la muerte de su hijo, pero sabía que no podía meterse con Zeus, pues era el rey de los dioses y las consecuencias podrían ser fatales. Para vengarse, Apolo mató a los cíclopes del taller de Hefesto, ya que eran estos los que habían creado los rayos que Zeus lanzaba desde el Olimpo. Y aún así Zeus castigó a Apolo por su osadía, expulsándolo temporalmente del Olimpo. A él nadie lo desafiaba.
Asclepios, al morir, fue elevado a los cielos como divinidad. O al menos esta es una de las versiones, la cual afirma que Zeus se arrepintió de darle muerte de esa manera y al contemplar como toda Grecia lloraba el fallecimiento de su médico más valioso. Por eso pudo revivirlo como un dios, con la condición que en su nueva vida inmortal no reviviera nunca más a nadie.
Aunque la teoría más conocida es que en realidad tras su muerte Asclepios se convirtió en la constelación Ofiuco, que significa literalmente “portador de serpientes”.
De una manera u otra, el venerado semidiós acabó en el firmamento.
Más que los mitos y la historia sobre este dios en sí, su fama se debe a estar tan relacionado con la medicina, la veneración que se le ha hecho, ofrendas y templos creados en su honor para rogarle que curara las enfermedades.
El elemento que ha quedado más recordado en la actualidad sobre este dios es un símbolo: la vara de Asclepio, una vara aparentemente de madera irregular y con una serpiente enroscada en ella.
Las serpientes siempre han tenido grandes significados simbólicos e iconográficos, tanto positivos como negativos. Es ideal utilizar una serpiente en este caso, no sólo por su capacidad para enroscarse en la vara, si no también porque estos reptiles mudan de piel, expresando una manera de rejuvenecer y resurgir de nuevo, mejorada.
Hoy en día podemos ver ese símbolo en muchas farmacias, ¿dónde mejor que en estos lugares, en los cuales se venden toda clase de medicamentos?
También está presente en diversas asociaciones relacionadas con la salud: La OMS (Organización Mundial de la Salud), etc.