La Asamblea del año XIII fue un órgano legislativo rioplatense que se conformó en 1812, durante el gobierno del Segundo Triunvirato, con el objetivo de declarar la Independencia de España y sancionar una Constitución Nacional. Si bien la Asamblea dictó medidas importantes en materia político-social, como la eliminación de los títulos de nobleza o el decreto de la libertad de vientres, no logró un acuerdo para declarar la Independencia ni para sancionar una Constitución. Así fue que terminó por disolverse en abril de 1815 sin haber cumplido sus principales objetivos.
Conformación de la Asamblea
En mayo de 1810 quedó conformado el primer gobierno patrio en el Río de la Plata y, a partir de ese momento, el movimiento revolucionario se dividió en dos posturas principales. Por un lado, el ala conservadora de la revolución, representada por los saavedristas que estaban a favor de que los criollos ocuparan cargos públicos aunque preservando los valores virreinales. Por otro lado, los morenistas, quienes tenían una postura más radical ya que buscaban declarar la Independencia rápidamente y eliminar cualquier vestigio del Antiguo Régimen para lograr modernizar a la sociedad.
En otras palabras, desde los días de la Revolución de Mayo, el morenismo defendió la idea de convocar a una asamblea para declarar la Independencia y decretar una Carta de Derechos para el Río de la Plata. A pesar de ello, la oposición entre ambos bandos retrasó la conformación de dicha asamblea. Recién en 1812, durante el gobierno del Segundo Triunvirato (fuertemente influenciado por los sectores morenistas representados por la Sociedad Patriótica y la Logia Lautaro), fue que se convocó a los diputados provinciales para conformar la Asamblea.
Medidas de la Asamblea del Año XIII
La primera reunión de la Asamblea fue convocada para el 31 de enero de 1813 en la ciudad de Buenos Aires. A la misma asistieron 17 diputados que representaban a las provincias rioplatenses y ya en esa primera reunión establecieron que la Asamblea sería representante y ejecutora de la soberanía de todas las provincias del Río de la Plata. El hecho de reconocerse como representante de la soberanía del pueblo fue fundamental en el proceso revolucionario ya que, por primera vez, una institución gubernamental no juró fidelidad al rey cautivo Fernando VII de España por considerar que el poder pertenecía al pueblo. Es de destacar que, a pesar de su carácter revolucionario, la cita en la ciudad capital y las intenciones unitarias de representación de la soberanía le valieron la oposición de la Banda Oriental que decidió no formar parte de la Asamblea.
Las principales medidas de la Asamblea estaban orientadas a crear una unidad de las provincias mediante símbolos nacionales, a romper con el lazo colonial y a promover medidas de corte “modernizadoras”. Fue en esta línea que creó el Escudo Nacional y el Himno Nacional, estableció el uso de la escarapela argentina, acuñó la primera moneda nacional, instituyó al 25 de mayo como fiesta cívica, abolió el uso del escudo de Armas de España, decretó la libertad de vientres, suprimió los títulos de nobleza, estableció la libertad de imprenta y la libertad de cultos, y eliminó la obligatoriedad de pagar tributo para los habitantes originarios, entre otras.
Para principios de 1814, ante la amenaza de invasión realista tras el retorno de Fernando VII al trono y su restauración absolutista, el poder ejecutivo representado por el Segundo Triunvirato y el poder legislativo a cargo de la Asamblea del Año XIII, crearon la institución del Directorio, un cargo ejecutivo unipersonal que favorecería la toma de decisiones de manera rápida. A partir de ese momento, la Asamblea tuvo cada vez menos influencia en la política local. De hecho, durante 1814 sus miembros se reunieron tan solo dos veces.
La última reunión de la Asamblea fue el 26 de enero de 1815 y terminó por ser oficialmente disuelta en abril del mismo año producto de la Revolución de Fontezuelas, la cual también puso fin al Directorio de Carlos María de Alvear, gobernante en ese período. Al momento de su finalización, si bien la Asamblea había impulsado medidas importantes para la política rioplatense, no había logrado su principal cometido que consistía en declarar la Independencia y sancionar una Constitución. Así fue que, en 1816 en Tucumán, un nuevo congreso se abocó a dicha tarea.
Referencias bibliográficas
Ternavasio, Marcela (2013) “A doscientos años de la Asamblea del Año XIII” en PolHis, Año 6, Número 12, pp. 67-72.Autora
Escrito por Mercedes Roch para la Edición #110 de Enciclopedia Asigna, en 04/2022. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).