La percepción visual es un factor esencial en algunas manifestaciones artísticas. En la literatura interviene la visión, pero no de manera necesaria y, además, su valoración crítica se fundamenta en el ámbito intelectual y emotivo. En consecuencia, la frontera entre el arte visual y el no visual viene dada por la participación más o menos significativa del ojo humano.
Un grabado, un dibujo o una pintura son ejemplos clásicos de arte visual. Estas versiones artísticas han sido y son tradicionales en la historia de la creatividad. Cuando en el siglo XlX apareció la fotografía y en el siglo XX la cinematografía, el componente visual adquirió una nueva dimensión. Con el paso del tiempo, se introdujeron nuevas técnicas, la mayoría de ellas asociadas a las nuevas tecnologías (el diseño gráfico o el videoarte serían dos claros ejemplos).
El surgimiento de los movimientos de vanguardia en el siglo XX originó un concepto de arte más abierto y dinámico. En este sentido, las siete artes clásicas se han multiplicado en las últimas décadas. Así, para comprender mejor el fenómeno artístico se han incorporado nuevos criterios de clasificación; entre ellos el arte visual. Las disciplinas que forman parte del mismo son muy diversas y heterogéneas: el graffiti, la alfarería, el happening, el cómic o el cine.
El arte es un concepto tan amplio que inevitablemente hay que incorporar algún criterio de clasificación para intentar entenderlo mejor. La necesidad de ordenar lo artístico es útil para comprender la vasta realidad del arte. Sin embargo, es simplemente una clasificación, pues en la práctica el arte puede catalogarse de muchas maneras. Pongamos un ejemplo, la escultura. Es un arte plástico pero también visual. Hay otros ejemplos que ponen de relieve ciertos problemas a la hora de delimitar el arte visual: el teatro se encuentra dentro de las artes escénicas porque su esencia no es eminentemente visual, aunque la imagen sea uno de sus componentes esenciales, sobre todo en un escenario.
Los especialistas en el cerebro han acuñado un término, el lenguaje visual. Las imágenes que percibimos van formando un significado cultural y para ello empleamos toda una serie de mecanismos mentales (esto es lo que han estudiado los integrantes de la psicología de la Gestalt, los principales teóricos de la percepción humana). Las formas y los colores de lo que nos rodea tienen una traducción en nuestro cerebro. Este tipo de fenómenos también se plasman en el arte, concretamente en todas aquellas manifestaciones en las que lo visual es el elemento fundamental.