El arte tiene varias formas de expresión. En concreto hay siete artes: música, pintura, arquitectura, escultura, literatura, danza y cine. A su vez, cada una de ellas tiene distintos géneros, enfoques y clasificaciones, así como otras manifestaciones con una dimensión artística.
De manera general el arte popular es cualquier manifestación creadora que tiene como finalidad dirigirse al gran público, a la mayoría de la población. Hay expresiones artísticas que se dirigen a una élites, personas entendidas en una materia y con gustos refinados. Este sentido del arte va enfocado a minorías. Por el contrario, la pretensión del arte popular aspira a comunicar emociones al hombre medio y, por este motivo, se emplea la palabra popular.
No hay un modelo único de arte popular, aunque sí tiene algunas características comunes. Su comprensión resulta sencilla y asequible. No hay elementos excesivamente cultos y complejos. Tiene un carácter didáctico y formativo. No es necesario tener amplios conocimientos para acceder a esta modalidad artística y se presenta con un formato claro y directo.
Algunas de las expresiones artísticas de carácter popular son las siguientes: el folclore, el best seller, el cine de evasión, la artesanía, los graffitis y, en definitiva, cualquier creación que pretende conectar con la inmensa mayoría de las personas.
Algunos críticos de arte consideran que el elemento popular degrada al propio arte, lo convierte en un producto de consumo, como si fuera algo de segundo nivel. Hay otros críticos o historiadores del arte que no comparten esta valoración, ya que entienden que no hay divisiones superiores e inferiores, simplemente maneras distintas de comunicar ideas, sentimientos y belleza.
Lo popular no tiene por qué estar reñido con la calidad, es simplemente una cuestión de mayorías o minorías. Habría muchos ejemplos de que la valoración de algo como popular en un sentido negativo resulta bastante discutible. En el teatro clásico español los autores ( Lope de Vega o Calderón de la Barca ) querían dirigirse al gran público, al hombre y la mujer de la calle. Consiguieron su propósito, pues sus obras eran vistas por un público muy heterogéneo y especialmente de una condición social modesta. Con el tiempo, esas obras han sido consideradas de otra manera, como un arte de primer nivel. Este cambio de valoración demuestra que la calificación de popular es discutible, cambiante y relativa. En la música hay ejemplos muy curiosos. Cuando aparecieron los Beatles su música entusiasmo a las masas y no por ello son valorados como músicos de inferior categoría.