El llamado Art Noveau es una corriente artística que revolucionó la arquitectura y el diseño a finales del siglo XlX. Se inició en la ciudad de Paris y su fundador fue el pintor belga Van de Belde, quien decoró un establecimiento llamado Art Noveau. Esta nueva tendencia se propagó rápidamente por todo el continente europeo y también en América.
En cada país recibió una denominación concreta: Jugdenstill en Alemania, Secesión Vienesa en Austria, Liberty en Italia, Modernismo en España y Modern Style en los países anglosajones.
Los historiadores del arte sostienen que esta corriente recibió influencias del arte japonés y del movimiento inglés Arts and Crafts.
Contexto histórico y artístico
El Art Noveau se desarrolló entre 1890 y 1920 aproximadamente. Durante este periodo se produjeron una serie de cambios sociales y culturales: una nueva clase media, la invención del cine, el psicoanálisis como paradigma científico, el auge de las vanguardias y avances industriales de primer orden. Todos estos elementos cuestionaban de alguna manera los cánones clásicos de la sociedad y de la cultura en general. En este sentido, la novedosa corriente representó una respuesta artística y creadora a las nuevas inquietudes de los ciudadanos. Como corriente estética se opuso al academicismo y al historicismo y, paralelamente, introdujo un espíritu rebelde contrario a cualquier convencionalismo.
Como su mismo nombre indica, el Art Noveau en cualquiera de sus manifestaciones pretendía ser algo totalmente nuevo y con un espíritu joven.
Un nuevo laboratorio de ideas
El planteamiento fundamental se basa en la idea de que cualquier objeto debería incorporar un sentido estético. En esta línea, se considera que todos los objetos deben ser útiles y a la vez bellos.
El Art Noveau destaca por su eclecticismo y la combinación de estilos. Por este motivo la mayoría de creadores y artistas buscaron la fusión entre lo artesanal y lo industrial.
Las formas humanas se presentan estilizadas y con una evidente carga erótica. En la manifestación de la naturaleza destacan elementos novedosos, como flores, enredaderas, pavos reales o algas. Tanto las figuras humanas como la flora y la fauna se muestran con líneas fluidas que sugieren movimiento y dinamismo.
Al margen de la arquitectura, el Art Noveau se introdujo en otras disciplinas, como la publicidad, la tipografía, el urbanismo, la joyería, la escultura, la escenografía teatral o el diseño de interiores. Revolucionó el mundo de las artes gráficas en general. Esto se puede apreciar en la cartelería de espectáculos, en la ilustración de libros y revistas o en los anuncios publicitarios en la prensa. En este contexto la figura femenina tuvo un especial protagonismo.
Imagen: Fotolia. Lunamarina