La aritmética es aquella rama de las ciencias matemáticas que se encarga del estudio de los números y las operaciones que se realizan con ellos: suma, resta, multiplicación y división.
Desde un punto de vista etimológico, la palabra aritmética proviene del latín arithmetica, que a su vez tiene sus orígenes en el término griego aritmetikos, el cual se compone de la raíz arithmos=números y el sufijo –tikos=ciencia. De esta manera, la aritmética puede definirse como la ciencia de los números.
La aritmética en la enseñanza
La aritmética ocupa un lugar fundamental en el proceso educativo. Normalmente los niños se inician en el estudio de las matemáticas por medio de la aritmética que supone la base a partir de la cual esta ciencia se desarrolla.
En un primer nivel los alumnos se inician en el aprendizaje de las operaciones más simples e intuitivas, como la suma y la resta. Una vez dominadas éstas, es cuando se procede a instruirlos en las tablas de multiplicar y en la división.
Cuando estas bases aritméticas son sólidas es cuando se puede continuar con la enseñanza de disciplinas más abstractas como el álgebra y otras posteriores de mayor complejidad.
Historia de la aritmética
Esta ciencia ya era conocida en época prehistórica, siendo aplicada por diversas comunidades a su actividad diaria como por ejemplo el conteo de animales para controlar su productividad o la medición del tiempo. (25000-5000 a.C.)
De cara a la historia ha quedado como padre no sólo de la aritmética, sino también del algebra, el matemático Diofanto de Alejandría, el cual durante el siglo II d.C. sentó las bases de estas ciencias en el sentido que aún conocemos hoy día
Posteriormente, los hindúes descubrirían la existencia del número cero además de asignar valores a las cifras en función de su posición. Estos avances entrarían a Europa a través de los árabes a partir del siglo VIII d.C. dejando una influencia capital en el devenir de las matemáticas en el viejo continente.
Otras culturas irían desarrollando diversos sistemas numéricos, como fue el caso de egipcios, griegos y romanos, que sentaron los cimientos del sistema decimal. Los mayas también desarrollaron su propio sistema numérico, aunque en su caso la base era vigesimal.
No resulta fácil establecer cuándo y cómo se produjeron los grandes avances de la aritmética, porque para los historiadores esta ciencia ocupó un lugar secundario hasta pocos siglos antes de empezar la era cristiana. Lo único que ha quedado en claro es que la mayoría de civilizaciones adoptaron el diez cómo número de referencia, probablemente basado en el número de dedos de nuestras manos.