Ángel Ganivet fue un destacado intelectual español que a pesar de su corta existencia supo dejar su huella en la literatura y la cultura de su patria, porque Ganivet está considerado como un adelantado, como uno de los que le abrió paso a lo que se conocería tiempo después como Generación del 98.
Esta denominación se les atribuye a aquellos autores españoles que como consecuencia de la derrota de su patria en la guerra que la enfrentó con Estados Unidos y que culminó con la pérdida de varios territorios, no fueron para nada ajenos a la marcada crisis social y política que afectó a su país por aquellos años y entonces toda esa desazón sería volcada en diversas obras literarias de la época.
En tanto, la obra Idearium Español en la cual Ganivet da cuenta de una España dolida, resulta ser la mejor exponente de la pertenencia del autor a esta corriente.
Ángel Ganivet García nació en Granada el 13 de diciembre del año 1865, en el seno de una familia perteneciente a una clase acomodada.
Durante su infancia sufrió un serio problema de salud que casi lo deja sin uno de sus miembros inferiores, aunque, con mucho esfuerzo, pudo sobreponerse a ello.
Estudió Derecho y a la par Filosofía y Letras, destacándose siempre como un alumno excelente en ambas carreras.
Su inclinación hacia la literatura lo acerca al mundillo intelectual de Madrid y especialmente al autor Miguel de Unamuno con quien entabla una relación de amistad.
En el año 1892 inicia formalmente su incursión en la diplomacia al ser designado vicecónsul de la ciudad belga de Amberes.
Tres años después avanza en la carrera diplomática y es nombrado cónsul en Helsinki.
Cabe destacarse que en los dos destinos mencionados, Ganivet, profundiza en su inclinación por la escritura y la cultura.
Para el año 1898 es asignado al consulado de Riga, en Letonia y al poco tiempo, algo afectado por algunas complicaciones personales, como ser el alejamiento de su mujer y también profundamente triste por la situación política de su patria tras la derrota ante Estados Unidos, decide suicidarse arrojándose desde un barco.
Era un 29 de noviembre del año 1898 y Ganivet tenía nada más que 32 años.