Si bien la idea de amor es aplicable a circunstancias muy distintas, es en el ámbito de la pareja donde más se habla de este extraño sentimiento o pasión humana. Existen muchas maneras de experimentar atracción hacia otra persona. Hay relaciones basadas en el cariño o la admiración. Otras se consolidan a partir de una amistad y el respeto mutuo.
En ocasiones, la atracción sexual y la pasión son las claves de la pareja. Esta gama de posibilidades hace que algunos se planteen la siguiente cuestión: ¿qué es el amor verdadero?
Posibles respuestas
Se dice que la clave para identificar el verdadero amor consiste en diferenciar dos aspectos: estar encaprichado por alguien o tener un sentimiento sincero y profundo.
En el amor de verdad no se busca el interés personal sino la felicidad de la otra persona. Su autenticidad se fundamenta en el espíritu de generosidad hacia la persona amada.
No se trata de una relación perfecta y armoniosa, sino de una entrega mutua, sin reservas y sin reproches.
En el amor con mayúsculas no importa el dinero, la distancia o las dificultades de la vida diaria. Quienes se aman verdaderamente son capaces de superar cualquier obstáculo.
No es algo que se pueda explicar racionalmente o con una lista de motivos objetivos. Por el contrario, es algo mágico que uno siente y que no puede evitar.
Si alguien se pregunta si otra persona es o no el amor de su vida, esto quiere decir que no es el amor de su vida.
En aquellas relaciones donde hay dolor y sufrimiento no se puede hablar de amor auténtico o verdadero.
Si bien el amor es un concepto universal, tiene una dimensión personal e intransferible. Por lo tanto, cualquier intento de definir con palabras lo que es el verdadero amor se convierte en una tarea inútil.
¿Qué dice la ciencia?
En primer lugar, la experiencia amorosa se tiene en el cerebro y la cuestión del corazón es simplemente una metáfora. Durante el sentimiento amoroso el cuerpo libera una serie de sustancias: dopamina, serotonina y oxitocina. La dopamina nos hace sentir bien cuando amamos a alguien. La serotonina se libera cuando la pareja nos hace vibrar, por lo que esta sustancia activa un fuerte vínculo emocional con la persona deseada.
La oxitocina está relacionada con el cariño y el apego que se siente hacia otra persona. Según los expertos, en el cerebro de los enamorados se produce un cóctel químico que se mantiene activo durante unos años y con el tiempo se va transformando en otros sentimientos de menor intensidad emocional.
Según algunos estudios, la conexión especial entre dos personas podría estar relacionada con los grupos sanguíneos, con los olores o con alguna compatibilidad genética. Estos mecanismos de interconexión generan una sensación especial, pues se tiene una energía extraña y una vitalidad muy distinta a la habitual.