Biografía de Alejandro Dolina

Nació en la localidad bonaerense de Morse, perteneciente al Partido de Junín, pero creció en Caseros, Gran Buenos Aires.

Su madre era maestra y su padre contador, sin embargo, no continuó ninguno de estos caminos profesionales, sino muy por el contrario, se abrió uno propio, vinculado a la literatura y el arte.

Estudió música, letras y hasta derecho

Trabajó en ENTEL (ex Unión Telefónica), la empresa nacional de telecomunicaciones que el presidente Juan Perón nacionalizó en 1946 y que perduró hasta su privatización en 1990.

Abandonó la carrera de Derecho y perdió el trabajo.

En este contexto personal adverso conoció a Manuel Evequoz, quien fuera un gran amigo; lo ayudó a encontrar trabajo en una agencia de publicidad y lo vinculó con el ambiente del arte, acercándolo a su verdadera vocación de artista.

Evequoz era militante de la agrupación peronista de extrema izquierda montoneros y fue desaparecido en el año 1976.

Comenzó a trabajar en una agencia de publicidad y a los dos años se sumó al staff de escritores de la disruptiva revista de humor Satiricón.

En ella compartió espacio con grandes personajes del medio: Jorge Guinzburg, Roberto Fontanarrosa, Mario Mactas, Dante Panzeri, entre otros.

Satiricón fue pionera a la hora de abordar con ironía los prejuicios que destacaban a la sociedad argentina de aquellos años, bastante conservadora, por cierto. También se metió con la política y los políticos y así es que en varias oportunidades sufrió persecuciones y clausuras.

Debutó en radio, en el programa Mañanitas Nocturnas conducido por los periodistas Mario Mactas y Carlos Ulanovsky, donde interpretó el personaje del periodista Gómez, y al famoso Sordo Gancé, un músico que toca el piano y canta lo que le pide el público, y que más tarde se integró al staff de personajes de sus célebres programas de radio: Demasiado tarde para lágrimas, El ombligo del Mundo, y La venganza será terrible.

Empezó a escribir en la revista Humor, una propuesta similar a Satiricón que fue clausurada por el gobierno militar.

En esta aparecieron por primera vez sus míticos personajes, que más tarde desfilarían por sus libros, entre ellos, el ángel gris del barrio de Flores, Manuel Mandeb (inspirado en su amigo Evequoz).

Debutó como coconductor de radio en el programa Demasiado tarde para lágrimas, emitido por radio El Mundo, junto a Adolfo Castelo, y que se caracterizó por el tono humorístico, la improvisación y la comedia musical.

En 1989 el programa se empezó a emitir por Radio Rivadavia y en 1991 por Radio nacional.

Cuando se mudó a la FM Viva cambió de nombre: El ombligo del mundo, sin embargo, mantuvo su esencia.

Editó Crónicas del Ángel Gris, un libro que recopiló las historias que había escrito para la revista Humor.

Dos años después hizo la adaptación para teatro, que también actuó.

La obra recibió el premio Argentores, la Asociación Civil que aglutina los derechos de autor. También, tuvo adaptaciones al cine y la televisión.

Protagonizó el programa La barra de Dolina, que se emitió hasta 1990, primero en Canal 11, y luego en la televisión pública (ATC).

Fue contratado por FM Tango y el programa pasó a llamarse La venganza será terrible, sin duda, su creación más célebre y duradera, que pasó por varias emisoras de radio, aunque su etapa más larga fue en radio Continental.

El programa se emitió siempre a la medianoche, y al mejor estilo Dolina despilfarra humor, ironía, música y le dedica un tiempo a la reflexión de temas culturales y artísticos.

Sin duda, tantos años en el aire y el éxito de audiencia que logró a la medianoche, reuniendo un público muy fiel a Dolina, lo erigieron en un clásico de la radiofonía argentina, y a su conductor en un referente del humor.

Tanto Dolina como el programa, a lo largo de tantos años, han ganado infinidad de premios, entre los más destacados: el Konex y el Martín Fierro.

Grabó la opereta Lo que me costó el amor de Laura, que se editó también en formato libro y en CD, y en teatro fue representada por varios grupos teatrales.

En la primera versión participaron artistas célebres: Sandro, Ernesto Sábato, Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Juan Carlos Baglietto y Les Luthiers, entre otros.

Publicó el Libro del fantasma, con un registro similar a su antecesor: Crónicas del ángel gris.

Fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

Estelarizó el programa Bar del infierno por Canal 7.

Editó el libro Bar del infierno, que narra la historia de un bar justamente, del cual no se puede salir porque no existe un afuera posible de él.

Se estrenó su documental de ficción, en canal Encuentro y, asimismo, por la Televisión Pública.

Dolina lo escribió y lo protagonizó, como todas sus creaciones, mientras que lo dirigió el gran director de cine, y ganador del Oscar, Juan José Campanella.

Publicó su primera novela Cartas marcadas.