Biografía de Adolfo Pérez Esquivel

Nació en el barrio de San Telmo, en la ciudad de Buenos Aires. Sus padres eran inmigrantes españoles.

Fue alumno pupilo en el Patronato Español del barrio de Colegiales y allí aprendió a tallar madera.

A su abuela le debe la transmisión de la historia, el aprecio y la valoración de los pueblos originarios.

Estudió arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, en la cual también ejerció como profesor.

Inició su carrera como artista plástico; se dedicó principalmente al dibujo, la escultura y la pintura. La temática de su obra estuvo impregnada de sus ideales y su militancia a favor de la paz, los derechos humanos y los pueblos indígenas. Creó murales y monumentos; entre sus obras más notables se cuentan: Paño Cuaresmal y Vía Crucis Latinoamericano.

Fue profesor de arte en la Universidad de La Plata, durante 25 años, y en el Instituto del Profesorado de Azul.

Lanzó su militancia en movimientos que lucharon por la paz, la justicia, y la no violencia.

Creó y dirigió la organización Servicio, Paz y Justicia (SERPAJ), a través de la cual adquirió notoriedad local e internacional.

Fundó el periódico Paz y Justicia, que se erigió en el principal órgano de expresión de su ideario y de la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica.

Integró la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, y un año después inició su peregrinar mundial, enarbolando la bandera de los DDHH.

En cada lugar que visitó denunció las atrocidades y vejaciones que perpetraba la junta militar a cargo del ejecutivo en Argentina.

Promovió programas de ayuda para mejorar la calidad de vida y atender las demandas de las comunidades indígenas, movimientos obreros y otras minorías.

Fue detenido y torturado por el gobierno militar. Mientras estaba en el Departamento Central de Policía, tramitando la renovación de su pasaporte, fue apresado sin ningún tipo de orden legal.

Lo llevaron al centro clandestino de detención conocido como Coordinación Federal, un edificio que estaba ubicado a una cuadra de donde fue detenido.

Sobrevivió a los llamados vuelos de la muerte, tal como se denominó a aquellos planeos que se realizaron para arrojar los cadáveres de los detenidos y asesinados por la dictadura.

Participó de un sobrevuelo en el Río de la Plata, que duró un par de horas, hasta que le ordenaron al piloto que regrese a la base aérea de Morón.

Luego fue trasladado a la Unidad Penal N° 9 de La Plata hasta que fue liberado unos días antes de la final del Mundial 1978, que se disputaba en la Argentina, como país anfitrión.

Durante su encarcelamiento ilegal fue distinguido con el Premio Memorial de Paz Juan XXIII, que le otorgó la Pax Cristi Internacional.

Recibió el Premio Nobel de la Paz, la máxima distinción a nivel mundial para quienes luchan a favor de ella, por su inclaudicable combate a favor de los derechos humanos, la libertad y la democracia, en una época caracterizada por los autoritarismos violentos en América Latina.

Demostró una enorme valentía para enfrentarlos y superarlos.

Cabe destacarse que, en aquel año, la dictadura seguía gobernando su país, y su premiación fue una auténtica cachetada a los represores militares, y un impulso para todos aquellos colegas que continuaban exigiendo verdad, paz y justicia en su patria.

Fue nombrado miembro de la Asamblea Permanente de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos.

Publicó Caminar junto a los pueblos. Experiencias no violentas en América Latina. Posteriormente editó otras obras a través de las cuales reafirmó su lucha y relató sus vivencias: Una gota de tiempo, Crónica entre la angustia y la esperanza, y La otra mirada.

Se presentó una retrospectiva de su vida, obra y militancia, en el Museo Lucy Mattos de la localidad bonaerense de Béccar, titulada: Senderos de arte de ayer y de hoy.

Reunió dibujos, grabados, esculturas y pinturas, realizados por el artista desde el año 1950.