La medicina tradicional utiliza terapias convencionales y con criterios basados en la experiencia y en la metodología científica. A pesar de ello, hay otros procedimientos curativos que aunque no tengan un carácter estrictamente científico pueden resultar terapéuticos y beneficiosos para la salud. Uno de ellos es la abrazoterapia. Como su nombre indica, se trata de suministrar un abrazo a otra persona con el fin de trasmitirle una sensación de bienestar.
La muestra de afecto que proporciona un abrazo es positiva en muchos sentidos. En primer lugar, resulta gratificante para quien lo recibe. Al mismo tiempo, quita miedos, alivia tensiones, fortalece la autoestima y ahuyenta la soledad. El contacto físico que se realiza en el acto de abrazar incorpora calor humano, algo que tiene un componente beneficioso para la salud, aunque no se pueda evaluar desde una perspectiva puramente empírica.
La idea básica de esta terapia es el apoyo emocional que se siente, lo cual resulta gratificante y, en consecuencia, positiva para la salud.
Los especialistas en esta disciplina (los abrazoterapeutas) consideran que no todos los abrazos son iguales, sino que hay de diversos tipos: el abrazo del oso, entre tres personas o de sandwich, de mejilla, el impetuoso o en forma de A. Cada uno tiene sus propias características (por ejemplo, el impetuoso es muy común entre los niños y el que tiene forma de A es el utilizado entre personas con poca confianza mutua).
La importancia en la enfermería pediátrica
En el ámbito de la enfermería aplicada a los niños se ha comprobado que el contacto físico y un ambiente hospitalario adecuado son relevantes para mejorar la salud de los niños.
La muestra de afecto a través de los distintos abrazos se convierte en una estrategia complementaria de gran utilidad. El calor humano es el elemento curativo de esta disciplina y el niño enfermo es quien especialmente se beneficia de este contacto físico.
Hay que tener en cuenta que el medio hospitalario no es un lugar cálido y los niños pueden sentirse incómodos en él. Por lo tanto, los abrazos de los profesionales pueden proporcionar los profesionales de un compenente curativo indudable.
Una de las grandes ventajas de esta técnica es que no tiene ninguna contraindicación y ningún riesgo para la salud. Además, el abrazo es portátil, económico, proporciona una sensación de alivio y no es doloroso.
En la actualidad cada vez hay más hospitales y centros de salud que incorporan la abrazoterapia u otras técnicas que no se estudian en una facultad de medicina pero son claramente curativas (por ejemplo, en España existen unidades hospitalarias infantiles donde los profesionales de la sanidad se disfrazan de payasos para provocar una sonrisa en los niños).