Hay nombres propios que per se, al ser mencionados tan solo, ya son sinónimo de algo importante o de algo que se haya fuertemente arraigo en la consideración popular.
Y esto ocurre sin dudas al escribir u oír el nombre de Yves Saint Laurent, de inmediato pensamos en moda, en elegancia, y en tendencia absolutas en ambas cuestiones.
Y esto es posible porque justamente este diseñador de origen francés fue uno de los que más trabajó a favor de ambas cuestiones: imponer moda, tendencia y elegancia, y ciertamente con sus creaciones ha sabido revolucionar la moda desde el mismísimo momento en que puso un diseño en ella…
Yves Henri Donat Mathieu Saint Laurent fue su nombre completo original, aunque, se lo reconoce en todo el mundo por el de simplemente Yves Saint Laurent, que sería el que justamente denominaría a la marca de ropa que creó y que popularizó en todo el mundo.
Su nacimiento se produjo en la ciudad de Orán que en aquel día y año que nació, 1 de agosto del año 1936, era una colonia francesa cita en Argelia.
Su existencia desde el primer momento jamás sufrió ningún impedimento económico porque justamente su familia era una de las más acaudaladas de Orán. Su padre tenía una ascendencia noble.
Yves supo ser un niño atraído por el arte y el diseño y por ello es que reconoció haber sido objeto de burlas en la escuela.
En el año 1950 demuestra por primera vez su genio en la moda al participar en un concurso de diseño.
El responsable de una de las revistas de moda más importantes, como es Vogue, quedó sorprendido ante este joven y le sugirió que estudiase.
Y así lo hizo en Chambre Syndicale de la Couture.
Y nuevamente de este editor de Vogue recibiría otro espaldarazo cuando lo recomienda a uno de los diseñadores más prestigiosos por aquellos años, Christian Dior, quien al tiempo de ver sus creaciones lo suma sin dudar a su marca.
Al conocerlo, Dior, lo vio como su sucesor y así fue cuando éste muere intempestivamente a causa de un infarto.
Al comienzo todo fue color de rosa pero al tiempo sus creaciones no gustaban y esto desembocó en que el propietario de Dior por aquel tiempo, presuntamente, haya influido en que llamasen a Saint Laureant a luchar en la independencia de Argelia para sacarlo de juego.
Su débil condición lo sacó rápido de combate y lo hizo ingresar a un hospital.
Esto sumado a la noticia que Dior lo había hecho a un lado desencadenaron en él serios problemas psíquicos que lo llevaron a un psiquiátrico y a lidiar con adicciones.
Hacia final de los años sesenta demanda a Dior y con el dinero que cobra erige su propia marca homónima y que sería reconocida por las iniciales de su nombre YSL.
Entre sus grandes aportes y singularidades se cuentan: la utilización del smoking para la dama, la difusión del Prêt-à-porter y la presentación de mujeres de raza negra luciendo sus creaciones.
Su vida personal siempre estuvo rodeada de excesos y escándalos como consecuencia de su adicción a las drogas y al alcohol.
Pierre Bergé fue su pareja y sostén durante toda su vida, incluso lo ayudó a co fundar la empresa.
YSL fallece a los 71 años en Francia, un 1 de junio de 2008.