La voluntad es una característica de la especie humana que la capacita para tomar decisiones libremente. Puede decirse que la voluntad se otra forma de referir a la intención. El concepto ha sido debatido enormemente en distintas escuelas filosóficas, pudiéndose llegar a conclusiones distintas. No obstante, es correcto relacionarlo con la libertad que existe en el hombre, esto es, con el hecho de poder optar de un modo carente de sujeción. Esto dista de declarar que el hombre es absolutamente libre; tan solo especifica que la libertad radica en la voluntad, en la capacidad de orientarse en una posibilidad u otra sin que exista ninguna causa ajena al propio deseo.
La voluntad está estrechamente ligada al conocimiento. En efecto, solo puede elegirse lo que se conoce, solo en el saber se pueden tomar decisiones libres. En el caso de que el conocimiento falte, es difícil hacer referencia a un acto voluntario. Este tipo de consideración ya estaba presente en la filosofía aristotélica y sirvió de base de muchas de las consideraciones posteriores que realizó Santo Tomás en su vinculación de ésta filosofía con el cristianismo. Este tipo de circunstancia implica que desde el punto de vista moral, para que un acto subjetivo sea considerado bueno o malo debe existir un conocimiento de las consecuencias del mismo.
Este tipo de pensamiento es aceptado actualmente en nuestras sociedades. Así, por ejemplo, a un demente no se lo considera responsable de sus actos, circunstancia que haría improcedente algún tipo de condena al respecto. Los sistemas jurídicos de los distintos países suelen considerar a las personas culpables o inocentes en función de la existencia de conciencia. Si bien es cierto que nadie puede alegar desconocimiento de la ley, también es cierto que este criterio hace referencia a personas con capacidad de conocer y no a un alienado.
La voluntad se relaciona en buena medida con la libertad, pero también con el deseo. En efecto, solo se puede elegir aquello que se desea. En este punto siempre se hace una evaluación de la circunstancia más deseable o menos indeseable que puede estar bajo el espectro de decisiones posibles. En este punto es importante hacer notar que desde el punto de vista psicológico esta es una condición de gran importancia para las tareas que acometamos. Siempre deberemos considerar si es nuestro deseo y nuestra voluntad hacerlas porque solo desde esa circunstancia tendremos garantizada una buena labor y una buena experiencia.