Viracocha fue la deidad más importante del pueblo Inca.
Dios Inca, creador del universo, del hombre, y difusor del conocimiento y el orden en la civilización incaica
Si bien el panteón de esta importante cultura americana era nutrida, a Viracocha se le atribuía ser el dios creador de todo lo existente, el equivalente al Dios creador del Cristianismo.
El Imperio Inca fue el estado más extenso y relevante de la América anterior a la conquista española, siendo su apogeo entre los siglos XV y XVI, como consecuencia de la enorme evolución que presentaba la civilización que lo conformó.
Fue un imperio muy desarrollado en materia tecnología, cultural y científica; la confrontación por el trono marcó el comienzo de su fin.
En tanto, Viracocha, era para el pueblo Inca el creador del universo, del sol, de la luna, de las estrellas de las personas y del tiempo.
De acuerdo a la leyenda en torno a su aparición se popularizó que emergió del Lago Titicaca y trajo con él la luz que se impuso a la oscuridad y creó luego todo lo que hay en la tierra.
Habría creado la humanidad de las piedras pero como estaba disconforme con la creación decide transformarlos en piedra nuevamente y reanudar una nueva creación de humanos.
Luego de difundir su mensaje aleccionador y de sabiduría y de imponer el orden y la civilización a la cultura inca desapareció con la promesa de regresar algún día…
Se lo representa gráficamente con un sol de corona, se lo asociaba por caso especialmente con el sol, con rayos en cada una de sus manos y lágrimas en formato de lluvia en los ojos.
Ostenta muchas coincidencias con el dios Inti, de quien se dice era su padre; en tanto Mama Quilla y Pachamama sus hermanas.
Cuando los españoles llegan a América con su fin conquistador, en un comienzo, los Incas, creyeron que eran enviados del mismísimo dios Viracocha, por supuesto, que luego con las acciones despreciables de estos se convencieron que no lo eran…
La piel blanca de los españoles hizo presumir que lo eran porque así era la idea física que se tenía sobre él.