El adjetivo vigoroso, cuya forma verbal es vigor, se refiere a la energía o fortaleza de alguien.
Normalmente se utiliza como una cualidad física de una persona. Los individuos fuertes, deportistas y que llevan una actividad intensa son considerados vigorosos. A pesar de que se refiere habitualmente a la condición física, también se puede emplear desde el punto de vista anímico. En este sentido, si alguien tiene un temperamento vitalista, optimista y emprendedor, se puede afirmar igualmente que es alguien vigoroso.
De alguna manera, hay un componente físico y otro psicológico en la persona que tiene esta característica. Por lo tanto, la vitalidad del cuerpo y la actitud mental positiva se funden en una conducta enérgica. Sin embargo, hay circunstancias excepcionales en las que alguien no tiene vigor físico ( por ejemplo porque tiene una discapacidad que limita su actividad ), pero manifiesta un vigor anímico indudable.
Hay situaciones en las que tenemos menos energía, por lo que tomamos suplementos vitamínicos. Se trata de sustancias vigorizantes, ya que su función principal es recuperar la vitalidad o tener más capacidad para afrontar un momento difícil ( periodos de exámenes o situaciones de estrés ).
Si bien la palabra vigoroso tiene una connotación positiva, hay un caso que no es así: en la vigorexia. No es exactamente una enfermedad, pero se considera que es un trastorno que altera la percepción corporal de quien lo padece. Consiste en la exageración en el cuidado físico. Las personas vigoréxicas están obsesionadas con sus músculos, su fortaleza y resistencia. A pesar de la excelente condición física que tienen, nunca están satisfechas y se ejercitan sin descanso para aumentar su tonificación muscular. Es un trastorno muy asociado con el mundo del deporte y la salud. Es una especie de adicción extrema al deporte.
El ser humano atraviesa por varias etapas a lo largo de la vida: niñez, juventud, madurez y vejez. En todas ellas es factible mantener una actitud vigorosa, aunque con el paso del tiempo el vigor se va modificando en función de la edad. No hay una regla general sobre esta cualidad, pero normalmente es en la juventud cuando las personas tienen una mayor fortaleza física.
Por último, es preciso indicar que el término vigoroso no siempre está asociado a un individuo, ya que puede referirse a un colectivo que actúa con determinación ( la burguesía desplazó a la nobleza por su actitud más vigorosa ). También se utiliza en el lenguaje de manera figurada ( tiene un estilo poético vigoroso ).