Tutankamón fue el último faraón egipcio correspondiente a la Dinastía XVIII de Egipto, que reinaría entre los años 1335 o 1336 A.C. hasta el 1327 o 1325 A.C.
Ultimo faraón egipcio de la Dinastía XVIII que pasaría a la posteridad más que por su acción por los conocimientos que permitió el hallazgo de su tumba en el siglo XX
Si bien el reinado de Tutankamón no fue de los más duraderos ni de los más brillantes que se hayan dado en la antigua historia de Egipto, su figura cobraría una importancia increíble muchísimos siglos después, más precisamente en el siglo XX, cuando su tumba fuera hallada por el arqueólogo y egiptólogo Howard Carter en el año 1922.
La increíble conservación que presentaba todo cuanto se hallaba dentro de la mencionada tumba permitió que el mundo conozca precisamente cuáles eran los usos y costumbres de aquella época y ello no solamente significó un hito para la materia sino que le otorgó a la figura de Tutankamón un especial interés y reconocimiento mundial.
Orígenes, familia, acceso al trono y muerte temprana
Tutankamón, cuyo significado es la imagen viva de Amón (padre de todos los vientos) llegó al poder porque era uno de los yernos del faraón Akenatón; como este último no contaba con descendencia masculina, sus yernos ocuparon ese lugar vacante y fueron sus sucesores.
Aproximadamente hacia el año 1360 A.C. Tutankamón accedió al trono, siendo su principal política la restauración de los cánones normales en lo respectivo a los ámbitos socio-religiosos. Así es que restauró el culto en los templos abandonados y permitió nuevamente la celebración de los ritos pertinentes en los mismos. También decidió devolver la capital a la ciudad de Tebas y dejó sin efecto el traslado a la de Amarna, establecida durante el reinado de su antecesor.
En materia de políticas, como mencionábamos líneas arriba, su reinado no se destacó demasiado ni tampoco duró demasiado en el tiempo, ya que habría asumido a los 12 años y se despidió del cargo a los 18 años cuando falleció. Durante mucho tiempo se presumió que murió a causa de un motín palaciego, sin embargo, luego, con los estudios que se pudieron practicar se descubrió que su temprana muerte a la edad de 18 años se debió a una fractura que sufrió su pierna y de la cual se desencadenó una muy fuerte infección.
Habría tenido entre 8 o 9 años cuando comienza su reinado, en tanto, con esa edad se supone que las decisiones políticas relevantes no estaban a su cargo sino en las de otras figuras más grandes como el padre de Nefertiti (esposa de Akenatón), llamado Ay, y un militar importante de aquel tiempo.
En la cultura egipcia de aquellos tiempos eran comunes las vinculaciones matrimoniales entre familiares directos y aunque hay inconsistencias en lo que respecta a la ascendencia de este faraón, se especula con que podría haber sido hijo de Akenatón, aunque no de su esposa oficial Nefertiti, ya que con esta última tuvo seis hijas mujeres. Sería el hijo que tuvo con otra esposa.
A su vez, Tutankamón, se casó luego con una de las hijas de Akenatón, o sea, una media hermana sería.
Con su esposa no habría llegado a tener descendencia, se supo que la misma perdió dos embarazos dado que en la tumba y junto a él se hallaron dos sarcófagos pequeños que contenían restos de bebés.
Restauración del culto religioso tradicional durante su gobierno
Como bien señaláramos líneas arriba, Akenatón, promovió que los egipcios dejasen de adorar a la principal deidad Amón y en su lugar se rindiese culto al dios del Sol Atón, y por caso es que denominó en primera instancia a Tutankamón como Tutankatón, sin embargo, la medida no causó aceptación popular, y entonces, una vez que Tutankamón estuvo en el poder restauró los cultos originales y su nombre cambiaría al de Tutankamón, para que quede claro a qué dios se le rendía máximo culto…
Lo que se descubrió en su tumba
Su tumba, denominada como KV62, fue hallada en el Valle de los Reyes en excelentísimas condiciones de conservación el 4 de Noviembre de 1922 por el nombrado arqueólogo inglés Howard Carter.
Si bien su tumba fue saqueada oportunamente junto con otras en la antigüedad, su contenido se restituyó y se volvió a sellar, lo que explica de alguna manera la excelente conservación de las pertenencias entre las que destacan: ajuar funerario, vasijas, cofres, armas, juegos, vestidos, comida, ungüentos, joyas, la máscara que recubría su cabeza, bastones, amuletos, entre otros.
Más tarde, con los pertinentes estudios y análisis llevados a cabo sobre sus restos se pudieron conocer muchísimos aspectos de la vida en el Egipto Antiguo, desconocidos hasta el momento: avances científicos, tecnológicos y hasta artísticos.
La máscara de Tutankamón, con la cual se lo enterró, y que fuera encontrada en ese momento, se expone en el Museo del Cairo, en una sala que dispone de un acondicionamiento climático especial para evitar que se deteriore.