Gabriel Téllez fue un religioso que perteneció a la Orden de la Merced pero que en realidad pasaría a la posteridad no como el fray Gabriel Téllez sino por el seudónimo que escogió, Tirso de Molina, para desarrollar una notable carrera literaria enmarcada en la literatura española barroca.
Por integrar las filas de la orden de la Merced se lo consideró y denominó como mercedario; la característica distintiva que disponían quienes pertenecen a esta orden es el compromiso efectivo que tienen y hacen con los más débiles, a quienes prometen liberarlos, aún si su vida corriese peligro, como uno voto más a los tradicionales de la pobreza, la obediencia y la castidad que asumen quienes pertenecen a alguna orden religiosa.
Pero no solo en esto sería una excepción la vida de Molina sino que justamente también lo fue en esa doble actividad que desplegó como religioso y asimismo como autor notable del barroco, especializándose en la autoría de obras teatrales.
A Tirso le sentaba magistralmente la comedia de enredos, algo tan aclamado y común hoy pero que en su tiempo causó gran admiración y novedad. También consiguió notoriedad porque se lo considera un pionero en la atribución de profundidad psíquica a los personajes que creaba.
Entre sus obras más destacadas destacan: Don Gil de las calzas verdes, La Santa Juana y El burlador de Sevilla y convidado de piedra, entre otras. Al respecto de esta última hay controversias ya que muchos se la adjudican a él y otros lo ponen en duda. Lo más recordado de esta obra es que propone el popularísimo mito de Don Juan, un personaje que se caracteriza por seducir mujeres y deshonrarlas y que nada teme en este sentido.
Molina nació en la ciudad de Madrid, un 24 de marzo del año 1579, en el seno de una familia muy humilde en la que ambos padres eran sirvientes de un conde.
En el año 1600 ingresa a la Orden de la Merced y al año se ordena sacerdote.
Sus viajes por toda España y asimismo por el nuevo continente le valdrían historias para sus obras.
Como Molina llevó su carrera sacerdotal a la par de la literaria, muchas veces ello le ocasionaría problemas con sus superiores.
Incluso, en más de una oportunidad se lo quiso apartar y excomulgar pero jamás hubo una sentencia firme al respecto.
Falleció el 12 de marzo del año 1648.