Thomas Midgley fue un científico norteamericano que destacó durante la primera parte del siglo pasado por sus investigaciones y descubrimientos que lo llevaron a disponer de alrededor de 170 patentes.
Entre lo más sonado se le endilga el desarrollo del tetraetilo de plomo, que es un componente químico que se agregó a la gasolina como aditivo porque esto evitaba que en aquellos motores de combustión interna, la gasolina del cilindro, provocase una combustión en destiempo.
Tras este desarrollo bastante criticado posteriormente por la contaminación al medio ambiente que generaba, desarrolló los clorofluorocarburos.
Midgley nació en Beaver Falls, el 18 de mayo del año 1889.
Su padre también había sido inventor con lo cual prendió en él el bichito de la investigación.
Aunque estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de Cornell se dedicaría especialmente a la investigación científica, en el campo de la química.
En el año 1911 se gradúa y cinco años después empieza a trabajar en la compañía Dayton Engineering Laboratories, que tiempo después se sumaría a la enorme General Motors.
En el marco de la Primera Guerra Mundial dio un paso importante como científico al desarrollar un sistema que permitía el control de un proyectil aéreo autopropulsado. Ya para la década del veinte se sumió en sus investigaciones netamente químicas.
Tras descubrir el tetraetilo de plomo, se convertirá en el vicepresidente de la empresa Ethyl Gasoline Corporation, que se ocupará de su comercialización.
Tiempo después empieza a trabajar en una alternativa al tetraetilo de plomo y aparecen los clorofluorocarburos, unos compuestos realmente volátiles y que se erigían en excelentes alternativas para la refrigeración.
Para la década del treinta promueve las bondades del gas diclorurofluormetano, mejor conocido como freón 12 y muy usado a instancias de la propulsión de aerosoles.
Aunque, así como el resto de sus descubrimientos, también terminaría cuestionado dado que hacia finales del siglo pasado se descubrió el altísimo daño que le provocaba a la capa de ozono.
Además de dirigir varias empresas, fue director de la fundación para la investigación de la Universidad de Ohio y a instancias de la Segunda Guerra Mundial integró el Comité de Investigación de la Defensa Nacional.
En el año 1940 queda inválido a causa de la afección de la poliomielitis pero ello no lo frenó ni mucho menos ya que creó un sistema de cuerdas y de poleas para movilizarse.
Cuatro años después, esa creación se convertiría en su abrupto final, ya que al enredarse en las cuerdas falleció estrangulado, a la edad de 55 años, el 2 de noviembre de 1944.