Aunque el tiempo cronológico que duró su producción fue realmente corto, desde el año 1965 hasta el año 1973, nadie, pero nadie, a pesar de ello, puede negar la notable influencia que ha tenido la agrupación musical norteamericana The Doors en la escena rock de su tiempo y en los años posteriores.
La fabulosa impronta e innovación que dejó a su paso la convirtieron en única e irrepetible y también la posicionaron en uno de los primeros lugares de consideración mundial cuando de rock se trata y junto a monstruos como The Beatles, The Rolling Stones y Pink Floyd, entre otros.
La agrupación estaba compuesta por el legendario Jim Morrison en la voz y acompañamiento con maracas, pandereta y armónica, Ray Manzarek en los teclados y coros, Robby Krieger en la guitarra y John Densmore en la batería y percusión.
Manzarek y Morrison, quienes habían sido compañeros en la universidad de UCLA se reencontraron en el año 1964 y ahí surgió la intención de conformar una agrupación musical que resumiese sus intereses por la música.
Al año siguiente y con la incorporación de Krieger y Densmore, The Doors, nombre tomado de un verso de un poema de William Blake, eran un hecho concreto.
En sus inicios musicales los clubes The London Fog y Whisky a Go Go fueron los lugares comunes en los que era posible ver sus presentaciones musicales e incluso, por su actuación en este último serían contratados por la empresa discográfica Elektra Records.
Su primer álbum homónimo se edita en el año 1967 e incluye algunas de sus canciones más célebres tal es el caso de The End y Light My Fire.
Sin lugar a vacilaciones la apariencia de sus miembros, especialmente la de Morrison, tomado por las fans de la época al nivel de sex symbol, lo lejos que se hallaban de lo políticamente correcto y claro, la novedad musical que portaban, hicieron de la agrupación un auténtico hito.
Hacia finales del año 1967 se edita su nuevo trabajo discográfico, Strange Days , que incluye temas como People are strange, Love me two times y When the music is over.
Al año siguiente, 1968, llega su tercer álbum, Waiting for the sun y con él: la afirmación de la banda como una de las más destacadas de la escena rock y el incremento de la rebeldía de sus miembros, en especial Morrison quien se acercaba cada vez más a la dependencia del alcohol y las drogas.
Las grabaciones de los siguientes discos: The soft parade, Morrison hotel y L.A. Woman estuvieron signados por la desprolijidad que la adicción de Morrison imponía a los tiempos.
En 1971 Morrison decide asentarse por un tiempo en la ciudad de París para descansar y pasar tiempo con su novia, sin embargo, la muerte lo sorprende el 3 de julio.
Morrison apareció sin vida en la bañera del apartamento que ocupaba.
No existen precisiones respecto de las causas de su muerte, aunque, la mayoría habla de sobredosis.
También, por esa falta de certezas, su muerte siempre estuvo rodeada de infinidad de elucubraciones, como por ejemplo que en realidad Morrison no murió sino que fingió su muerte cansado de la fama.
Si bien tras la muerte de Morrison el resto de los integrantes continuaron con la banda y editaron dos discos más Other Voices y Full Circle, en el año 1973 dejaron de producir para siempre.