En el momento en el que manipulamos algo estamos realizando una actividad práctica. Si queremos comprenderlo ya estaremos en el terreno de la teoría.
La teoría es un modelo de explicación de una parte de la realidad. Este tipo de explicación se fundamenta en una o varias hipótesis que son verificadas experimentalmente y, a partir de los datos obtenidos, se ofrece una generalización. De esta manera, un planteamiento teórico detecta inicialmente un problema de la realidad, propone una previsible solución, se realizan pruebas y hay unas conclusiones definitivas. Este procedimiento configura una teoría. En ella hay una gran variedad de aspectos: leyes, principios, datos y todo ello articulado coherentemente.
Una teoría es válida hasta que no aparecen datos que la contradigan. Mientras sea aceptada, la comunidad científica la utilizará como pauta o modelo que explica la parte de la realidad a la que se refiere. Puede ocurrir que convivan varias teorías al mismo tiempo, pero normalmente una se impone sobre otra porque su nivel de validez es mayor.
La idea de teoría va asociada a la ciencia. Hay una serie de teorías que son muy conocidas, incluso por las personas no especializadas: la teoría de la evolución de las especies o la de la relatividad. Así mismo, hay teorías en cualquier ámbito del conocimiento.
Pongamos como ejemplo el caso de la teoría de la evolución. Permite explicar el conjunto de los mecanismos que afectan a los seres vivos: su transformación, su adaptación al medio o la lucha por la supervivencia. De todas formas, la existencia de esta teoría no impide que haya grupos ( en este caso religiosos ) que niegan su validez, defendiendo concretamente el creacionismo, una teoría alternativa.
Una teoría implica que hay un paradigma considerado aceptable por la comunidad científica. En ocasiones, el paradigma entra en crisis cuando la teoría ya no sirve para explicar una realidad. Surgen nuevas visiones y una de ellas resulta la más aceptada. Es lo que sucedió con la teoría geocéntrica del universo, que nuevos datos astronómicos demostraron su imprecisión, surgiendo otro marco explicativo, la teoría heliocéntrica.
Hay otro sentido del concepto de teoría, pero no tiene un carácter científico. Ocurre cuando alguien afirma que tiene una explicación más o menos racional sobre un asunto. Este planteamiento puede ser válido e incluso útil, aunque no cumple los requisitos metodológicos de la ciencia.