La violencia contra las mujeres es mundial.- En la actualidad, muchas mujeres están sufriendo de lo que se ha dado en llamar femicidio, un concepto nuevo que designa el asesinato de una mujer por una cuestión género. Estos femicidios que cada día crecen en muchas partes del mundo se dan en el marco de una relación sentimental que normalmente atraviesa una crisis y entonces el hombre decide asesinar a su cónyuge o pareja, sin mediar una intención por recomponer la pareja o alejarse de manera civilizada.
Obviamente detrás de ello hay patologías, sin embargo, es una cuestión que ha ido in crescendo en el mundo entero, en el occidental especialmente, e independientemente de las culturas y religiones de los protagonistas.
En la cultura árabe es donde tradicionalmente la mujer ha ocupado, y aún hoy sucede, un lugar de inferioridad con respecto al hombre. Esta situación desigual ha generado por supuesto muchos vejámenes contra los derechos fundamentales de las mismas.
La valentía de una mujer que la pelea desde adentro
Sin embargo, y más allá de esta terrible realidad que viven las mujeres en todo el planeta, hay algunas como la yemení Tawakkul Karman, quien a pesar de vivir inmersa en una idiosincrasia adversa en este sentido no se cansa de luchar por los derechos de las mujeres de su patria y por los derechos de todos en definitivas. Una cuestión para valorar ampliamente y para imitar…
En 2011 recibe el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su lucha
En octubre de 2011 su valentía y esfuerzos fueron reconocidos y premiados con una de las distinciones más relevantes del mundo como es el Premio Nobel de la Paz. Fue su pacifica lucha a favor de los derechos de las mujeres para que puedan participar libremente en la construcción de un mundo en el que reine la paz el motivo de la premiación de Karman.
Tiene nada más que 36 años, nació un 7 de febrero del año 1978, en la ciudad yemení de Taiz.
Rechazo a las tradiciones más infamantes contra las mujeres
Su rebeldía y oposición a las rígidas normas que rigen la vida de las mujeres árabes hizo que en 2004 rechazase el uso del nicab, el velo que cubre el rostro de las mujeres árabes y a partir de ese momento no solo no lo usó más sino que instó a otras mujeres a hacer lo mismo.
Una ferviente activista desde su organización Mujeres sin cadenas y desde el partido Congregación Yemení por la Reforma
Tawakkul está muy comprometida con el proyecto de velar por los derechos de las mujeres y de la población de su patria y así es que en este camino fundó una organización llamada Mujeres sin cadenas y también integra el partido político opositor Congregación Yemení por la Reforma.
También participó en manifestaciones públicas contra el gobierno. Por esto fue perseguida, amenazada y hasta presa. A pesar de todas las presiones que recibe sigue firme en su posición y dando pelea.