- 27/09/1990
- 2005
- 2011
- 2015
- 2019
- 02/02/2022
- 02/2022 – Tras la emisión del documental
- 03/2022
Nació en Israel, en la ciudad de Bnei Brak.
Su nombre real es Shimon Heyuda Hayut, no obstante, se lo conoce popularmente por el seudónimo Simon Leviev, que utilizó en la aplicación de citas Tinder.
Se mudó con amigos de su familia a Nueva York y fue acusado por éstos de estafarlos utilizando su tarjeta de crédito.
Desde la adolescencia se dedicó a timar personas a través de diversas mentiras y artimañas.
Decía ser el hijo de un multimillonario empresario ligado a la venta de diamantes, con el cual se comprobó que no tenía vínculo alguno.
Fue acusado por robo y falsificación en su país y se escapó para evitar el proceso y la cárcel.
En Finlandia lo detuvieron por estafar a mujeres y también logró escapar de la justicia.
Se publicó una denuncia en su contra por perpetrar un millonario fraude contra mujeres que conoció por Tinder. El diario noruego VG publicó el artículo: The Tinder Swindler.
Junto a un grupo de periodistas que se interesaron por la historia, las mujeres engañadas, encararon una investigación para desenmascararlo y que rinda cuentas ante la justicia por sus millonarios embustes.
Lanzada en el año 2011, Tinder, es una de las aplicaciones móviles, más utilizadas y relevantes del mundo digital, por aquellos que quieren conocer personas, ya sea del mismo o de distinto sexo, para concertar una cita.
Los usuarios se buscan en función de los intereses y gustos que comparten, y sí se gustan se hacen “match”, hecho que puede implicar continuar la charla por mensajes de chat privados o encontrarse en algún lugar.
Se estrenó el documental El estafador de Tinder por Netflix.
Dirigido por Felicity Morris, de inmediato, se convirtió en una de las producciones originales más vistas de la plataforma.
Su modus operandi consistía en presentarse en su perfil de Tinder como un millonario amante de los lujos; este era uno de sus anzuelos para lograr el famoso “match” en la app y así comenzar una charla con alguna vía mensajes privados.
Luego concertaba la cita, que eran lo más parecido al cuento de las princesas: las llevaba a hoteles y restaurantes lujosos, las invitaba a viajes de ensueño, entre otras estrategias de enamoramiento.
Acto seguido, cuando ya la mujer estaba encantada con él, fingía ser perseguido por alguien y les solicitaba préstamos de dinero a sus enamoradas/víctimas para poder esconderse, antes, claro, les prometía devolución, y por supuesto, con toda la previa de ostentaciones, nada les hacía suponer que esa ayuda económica no solo no volvería jamás, sino que nunca más sabrían de él…
A todas les pedía que el dinero se lo entregarán en efectivo para luego no poder ser rastreado, ahora bien, muchas de ellas, como no contaban con el monto, pidieron préstamos bancarios, o en su defecto, solicitaron anticipos a través de sus tarjetas de créditos.
Justamente, los casos que expone el documental de Netflix son de mujeres que no pudieron hacer frente a la devolución de esa financiación y entonces decidieron hacer pública la historia y pedir ayuda a la audiencia para que colaboren económicamente con ellas y así lograr los recursos necesarios para cancelar sus deudas con los bancos.
Simón Leviev, negó todos los cargos en su contra, luego de la emisión del documental, y aseguró, primero a través de sus redes sociales, y luego en una entrevista, que no estafó a las mujeres que lo denunciaron y que solo usó Tinder para concretar citas.
Por otro lado, presentó a su novia, Kate Konlin, quien también afirmó que las denuncias son mentira y que a ella jamás le pidió dinero.
Negó haberse presentado como el hijo de un poderoso empresario vinculado al negocio de los diamantes.
Confió que, gracias a una inversión de bitcoins, que realizó en 2011, logró hacerse de una buena diferencia económica que le permite darse algunos lujos.
En su perfil de redes da cuenta que trabaja como consejero de negocios, siendo esa la única actividad profesional declarada.
En tanto, Tinder, decidió dar de baja su perfil en la red para que no pueda continuar accediendo a la misma y eventualmente seguir engañando mujeres.
Su rostro, de todos modos, ya es reconocido en todo el mundo ante la dimensión pública que tomó el caso.
Según trascendió por investigaciones de medios de comunicación israelíes, Simón, dio de baja su cuenta de Instagram, abrió una nueva allí y otra en Tik Tok, y a través de ellas sigue comunicándose con algunos fieles seguidores y también posteando su vida lujosa.
Una argentina que reside en Alemania desde 2018 aseguró a la prensa que lo conoció por Tinder pero que afortunadamente no cayó en sus trampas porque detectó que le mentía.
Valeria Calpanchay y Simón, se encontraron en una de las calles más importantes de Múnich y luego la llevó a uno de los restaurantes más caros, a una suntuosa tienda de cigarros y a una cafetería, sin embargo, ella no se dejó encantar por todos esos ostentosos detalles y sintió que había algo en él que no le despertaba confianza y decidió no volver a verlo a pesar de que él la volvió a contactar para invitarla a una fiesta.
Usó la fama que le reportó el documental de Netflix para cobrarles a sus fanáticos 200 dólares por mandarles mensajes personalizados. Según trascendidos, ya llevaría ganados unos 60 mil dólares por tal concepto.